El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha condenado la nueva prueba nuclear llevada a cabo por Corea del Norte, que ha descrito como un "acto altamente provocativo" que atenta contra la seguridad en la zona.

En un comunicado, Obama se refiere a esta tercera prueba nuclear del gobierno de Pyongyang, que se une a los lanzamientos de varios misiles balísticos. "Corea del Norte viola las obligaciones que le imponen numerosas resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas", contraviene los acuerdos regionales al respecto y aumenta el peligro de proliferación de armas nucleares, señala Obama.

Al mismo tiempo, las armas nucleares que exhibe Corea del Norte y su programa de misiles balísticos constituyen una "amenaza para la propia seguridad nacional de Estados Unidos" y para la "paz y seguridad mundiales", agrega la nota.

El Gobierno de Washington permanecerá "vigilante" ante las "provocaciones" norcoreanas y "firme en nuestro compromiso de defensa de nuestros aliados en la región", subraya.

Corea del Norte, por su parte, ha destacado que la prueba nuclear de hoy ha sido "de mayor nivel" que las anteriores de 2006 y 2009, y que ha logrado reducir el tamaño y el peso del artefacto explosivo, lo que aparentemente indica que el país ha dado un paso adelante hacia su objetivo de equipar sus misiles balísticos con cabezas atómicas.