"Hemos avanzado, pero muchos estadounidenses no han percibido esos avances". En su primera comparecencia tras la derrota demócrata en las elecciones del martes, que han puesto la Cámara Baja del Congreso en manos de republicanos y han extendido una ola conservadora no solo en Washington en todo el país, el presidente estadounidense, Barack Obama, ha asumido su responsabilidad.

"Tengo que hacer un mejor trabajo", ha dicho, no sin añadir también "igual que la gente de Washington".

Todos los ojos estaban puestos en esta rueda de prensa, sobre todo para identificar el camino que va a seguir ahora Obama en la segunda mitad de su mandato. En su enfoque ahora entran términos como "diálogo", "colaboración", "busqueda de terreno común" y "consenso". Entra también la "convicción de que hay esperanza de civismo y avances". Pero sus respuestas durante una hora a 10 periodistas han dejado claro también que el mandatario, pese a sentirse "entristecido" por unos resultados que le han dado también "una lección de humildad", no tiene intención de moderar sus ambiciones políticas.

Cuando se le ha recordado, por ejemplo, que uno de cada dos votantes ha mostrado su rechazo a la reforma del sistema sanitario, él ha destacado rápidamente que "eso significa que uno de cada dos la apoyan". E indudablemente sigue defendiendo la necesidad de cambios estructurales en EEUU. "El progreso siempre ha llegado lenta y dolorosamente", ha dicho.

MEDIOAMBIENTE

La primera iniciativa que Obama ha mencionado como necesaria ha sido, por ejemplo, la reforma de las leyes energéticas y medioambientales, a la que se oponían los republicanos cuando eran minoría y que no entra en las prioridades de muchos de sus nuevos representantes en el Senado, negacionistas, en muchos casos, incluso de la existencia del cambio climático.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha admitido hoy que los resultados de los comicios legislativos suponen "una paliza" que exige una nueva etapa basada en la negociación entre demócratas y republicanos. La amplia victoria en las elecciones del Partido Republicano, hasta ahora en la oposición y que se hace con el control de la Cámara de Representantes y avanza seis escaños en el Senado, ha sido un duro varapalo para el presidente, que debe afrontar dos años de Gobierno en posición de debilidad.

FRUSTRACIÓN

Obama ha reconocido que es consciente de lo que podía suceder y de que los resultados electorales son una muestra de la "frustración" causada por la situación económica. Obama ha asumido "toda la responsabilidad" de la orientación de los votos, una "cura de humildad" que obliga a un giro en la política del Gobierno demócrata.

En una rueda de prensa en la Casa Blanca, Obama ha admitido que la consecuencia inmediata del resultado de la votación es su disposición a negociar o buscar frentes en los que sea posible llegar a acuerdos con los republicanos. Ha aludido a la política medioambiental, a la política nuclear y otros campos.

Ante el nuevo panorama político del país, que otorga una papel fundamental a la oposición republicana, Obama ha instado a "un esfuerzo por parte de todos para conseguir el consenso" que permita afrontar un futuro. El presidente de EEUU considera que el varapalo electoral es una advertencia por parte de los votantes para que el Gobierno restrinja el déficit de la misma manera que lo están haciendo las familias. Ese es uno de los puntos defendidos por los republicanos.

ESTRATEGIAS ANTICRISIS

Sobre las políticas a seguir en el futuro, Obama se ha mostrado abierto a cualquier estrategia anticrisis, "al margen de si son iniciativas demócratas o republicanas", siempre que puedan ser efectivas. Sobre la reforma sanitaria, Obama se ha mostrado contrario a volver a negociar lo negociado en los últimos dos años, pero si existen propuestas para mejorar el sistema, como por ejemplo reducir las aportaciones empresariales previstas al sistema de salud sería "negociable".

"El pueblo norteamericano está preocupado por el déficit público y por el gasto", ha dicho Obama, por lo que ha anunciado que se creará una comisión con demócratas y republicanos para optimizar el presupuesto y establecer las prioridades. No está dispuesto a reducir el presupuesto en educación, infraestructuras o investigación. "No tiene sentido que China tenga mejores ferrocarriles que nosotros", ha dicho.

CAPÍTULO FISCAL

En el capítulo fiscal se prevé una negociación complicada con los republicanos. El objetivo es no aumentar los impuestos a las clases medias, pero el reto del Gobierno de Obama es también mantener la política de gasto público en determinados ámbitos. Obama ha anunciado la apertura de una negociación en las próximas semanas para avanzar en recortes importantes de impuestos, algo que será una de las prioridades del Gobierno.

Obama ha reconocido el papel y valentía de los demócratas que deben abandonar ahora puestos de responsabilidad tras el varapalo electoral, como consecuencia de las decisiones políticas tomadas por su Gobierno en los últimos años.