El presidente de EEUU, Barack Obama, ha iniciado este sábado sus vacaciones veraniegas en Martha's Vineyard, donde descansará antes de la agitada temporada política que le espera, tras haber anunciado reformas de los polémicos programas de espionaje y con la crisis diplomática con Rusia de fondo. "El presidente desea tomarse un respiro con su familia y ver a algunos amigos", afirmó el sábado Jay Carney, portavoz de la Casa Blanca, durante el viaje a Orlando (Florida) de Obama para participar en la convención anual de veteranos de guerra discapacitados.

Durante su intervención, Obama reiteró su compromiso para aliviar los "retrasos" a los que se enfrentan numerosos veteranos para recibir sus beneficios por incapacidad. Tras el acto, el último de su agenda oficial, Obama y su esposa Michelle subieron al avión presidencial Air Force One para trasladarse a Cape Cod, en la costa de Massachusetts, desde donde se desplazarán en helicóptero a la exclusiva isla de Martha's Vineyard, en la que el presidente descansará junto con sus dos hijas, Sasha y Malia, y el perro familiar, Bo, hasta el 18 de agosto.

Críticas republicanas

Tan tradicional como su retiro estival son las críticas por parte de la oposición republicana, que han echado en cara que Obama escoja como lugar vacacional la exclusiva isla de Martha's Vineyard, frente a las costas de Massachusetts, en un momento en que la recuperación económica tras la crisis es aún tibia. Carney, el portavoz presidencial, salió rápidamente al paso de estas críticas republicanas e instó a los republicanos a "revisar lo que decían seis años atrás", cuando ocupaba la Casa Blanca el presidente George W. Bush. En el mismo punto de su segundo mandato, Bush había disfrutado de 367 días de vacaciones, mientras que Obama ha pasado de vacaciones 92 días, según el corresponsal de la CBS Mark Knoller.

A su regreso a Washington, Obama tiene previsto ofrecer un discurso el próximo 28 de agosto en el mismo lugar en el que Martin Luther King pronunció su célebre frase "I have a dream" (Tengo un sueño) hace 50 años. Posteriormente, el mandatario viajará a comienzos de septiembre a Rusia para participar en la cumbre del G20, en un momento en que las relaciones con Moscú no pasan por la mejor etapa después de que el gobierno ruso concediera el asilo temporal a Snowden. En un gesto poco habitual, Obama decidió esta semana cancelar su prevista reunión bilateral con el presidente Vladimir Putin durante la cumbre ante la falta de progresos en las relaciones entre Washington y Moscú.