El 2 de septiembre, al día siguiente de que Barack Obama recibiera en la Casa Blanca a Binyamin Netanyahu y Mahmud Abbás dando el pistoletazo de salida a las nuevas conversaciones entre israelís y palestinos, The New York Post escribió en portada: "Ahora GANESE ese premio Nobel de la Paz, señor presidente". El tabloide conservador criticaba la concesión de un galardón que le llegó a Obama el año pasado poco después de ofrecer su primer discurso ante la ONU, cuando sus promesas de abrir una nueva era de multilateralismo no se habían traducido aún en acciones. Ayer, un Obama distinto volvió a dirigirse a la Asamblea General.

Con la negociación en Oriente Próximo relanzada bajo su auspicio, Obama dejó claro que la resolución del conflicto es prioritaria para él. Fue directo y claro al recordar a Israel que a Washington le gustaría ver prorrogada la moratoria de la construcción de asentamientos que expira este fin de semana, lo que amenaza con hacer descarrilar el diálogo. El presidente estadounidense logró una ovación cuando se mostró convencido de que si se superan "terror, turbulencias, poses y mezquindades políticas", el año que viene podrá haber "un acuerdo que producirá un nuevo miembro de la ONU: un Estado palestino soberano e independiente, viviendo en paz con Israel".

EL ´SUCOT´ Solo las sillas de Israel estaban vacías cuando Obama pronunció su discurso, pero la ausencia respondía al Sucot, la fiesta judía de las cabañas o los tabernáculos, que la delegación israelí ya había avisado que observaría. Y pudo hallar satisfacción en otras partes del mensaje del líder de EEUU, que recordó que "todo esfuerzo por minar la legitimidad de Israel topará con la inquebrantable oposición de Estados Unidos".

A lo largo de los 40 minutos que duró su discurso, Obama tuvo tiempo de tocar otros temas prioritarios en su política exterior, como la lucha contra Al Qaeda, que aseguró que es ahora "más efectiva", e Irán. El dirigente insistió en que "la puerta de la diplomacia sigue abierta" pero exigió al presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, que demuestre un compromiso "claro y creíble" con el diálogo y el propósito pacífico de ese programa por el que EEUU ya ha impulsado cuatro rondas de sanciones en la ONU.[subtitulo2.135]

Recuerda a Iránque "la puerta de la diplomacia sigue abierta"