El mismo estímulo que hace un año llenaba los planes del presidente de EEUU, Barack Obama, sigue haciendo falta ahora, con una economía aún renqueante y la tasa de paro en el 10%. Las arcas públicas de Washington no dan más de sí, y con un déficit récord proyectado para este año en 1,27 billones de dólares (0,9 billones de euros), Obama envió ayer al Congreso un presupuesto federal para el 2011 que representa un giro de timón, un proyecto económico de 3,83 billones de dólares (2,75 billones de euros) donde en vez de rescates la palabra principal es contención, aunque en algunos capítulos, como Defensa, Educación o Energía se incrementará el gasto.

"EEUU no puede seguir gastando como si los déficits no tuvieran consecuencias, como si el gasto no importara, como si el dinero de los impuestos arduamente ganado por los estadounidenses pudiera ser tratado como dinero de Monopoly", advirtió Obama, que habló de una situación fiscal "inaceptable", denunció una "década de derroche" y declaró llegado el momento de "ahorrar lo que se pueda, gastar lo que se deba y vivir dentro de nuestras posibilidades".

El presidente ha cogido la tijera, tomando decisiones que él mismo definió como "de sentido común", o "dolorosas y difíciles", y pidió al Congreso que "estudie con una nueva mirada programas que han apoyado en el pasado para ver qué está funcionando y qué no para recortar como corresponde". Según su presupuesto --que será debatido y con seguridad alterado por las cámaras--, los departamentos de Agricultura, Comercio, Salud y Servicios Sociales, Vivienda y Desarrollo Urbano y Justicia verán reducidas sus partidas.

INCERTIDUMBRES El principal objetivo de Obama es combatir un déficit que este año va a superar en más de 100.000 millones de euros el del año pasado, ya el mayor desde la segunda guerra mundial. Y aunque sus previsiones a medio plazo calculan reducciones graduales que dejarían el déficit en poco más de medio billón de euros para el 2014, o el 4,2% del PIB, son estimaciones realizadas contando con una recuperación económica imposible de garantizar, mayores recaudaciones de impuestos conforme se produzca un aumento de los ingresos tampoco seguro y una reducción de ese gasto de estímulo que aún es también necesario. Consciente de los numerosos interrogantes, Obama pidió ayer la creación de una comisión bipartidista para estudiar y proponer medidas para reducir el déficit.

Obama, además, no puede entrar exclusivamente en una fase de recortes y ayer mismo planteaba un programa de inversión inmediata de casi 72.000 millones de euros para promover la creación de empleo y recortes de impuestos. Además, con dos guerras aún abiertas, su presupuesto para Defensa incluye casi 24.000 millones adicionales este año y 115.000 millones para los conflictos de Irak y Afganistán para el 2010 y el 2011. Avisó de que aunque ese Departamento ha quedado fuera de su congelación de gasto "no está exento del sentido común presupuestario ni de buscar cómo ahorrar".