El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, afirmó hoy que "está emergiendo" un "nuevo" México en el que los ciudadanos se plantan contra la violencia y la impunidad, en un discurso ante cientos de jóvenes en el que pidió desechar "viejos estereotipos" en la relación bilateral.

"Veo a un México que está tomando el lugar que le corresponde en el mundo", subrayó Obama en el Museo Nacional de Antropología de la capital mexicana en un discurso que empezó en español con un saludo a México "lindo y querido".

La modernidad "no está fuera de nosotros, sino dentro de nosotros", dijo Obama parafraseando al premio Nobel mexicano Octavio Paz al dirigirse a los jóvenes como "los creadores y constructores" del progreso y la prosperidad del país.

En su cuarta visita a este país como presidente estadounidense, Obama dijo que "es hora de reconocer nuevas realidades, incluyendo el impresionante progreso en el México de hoy", y dejar de lado a los que solo ven el México "de la violencia", así como a los que piensan que Estados Unidos trata de "imponerse" en la relación bilateral.

"Veo a un México que está profundizando su democracia. Los ciudadanos están en pie y diciendo que la violencia y la impunidad no son aceptables. Una prensa valiente trabajando para que los líderes rindan cuentas", destacó Obama.

También anotó que millones han salido de la pobreza en México, que "se ha unido a las filas de las economías más grandes del mundo" al convertirse en la primera nación latinoamericana en entrar en el G20.

Obama reiteró, al igual que hizo ayer tras reunirse con su homólogo mexicano, Enrique Peña Nieto, el "firme apoyo" de Estados Unidos a las "ambiciosas reformas" emprendidas "para hacer a la economía mexicana más competitiva y a sus instituciones más responsables".

Dijo también que no cree que la legalización de las drogas "sea la respuesta" contra la violencia y "tanto sufrimiento" en México, al reiterar además su compromiso con "reformas de sentido común" en Estados Unidos para que las armas no caigan en manos de personas peligrosas y salvar así vidas en ambos países.

"Mientras tanto, vamos a seguir aumentando la presión sobre los traficantes de armas que traen armas ilegales a México", prometió.

Por otro lado, el mandatario reconoció que Estados Unidos se ha fortalecido con las "contribuciones extraordinarias" de los inmigrantes de México y de los estadounidenses de origen mexicano, que "enriquecen" a ciudades como la suya, Chicago.

El sistema de inmigración actual en Estados Unidos "no refleja nuestros valores", afirmó al defender la necesidad de aprobar una reforma migratoria y su decisión de suspender el año pasado las deportaciones de cientos de miles de jóvenes que llegaron indocumentados a su país cuando eran niños.

Obama abogó por expandir el comercio bilateral y recordó que ayer acordó con Peña Nieto la creación de un Diálogo Económico de Alto Nivel que, a nivel ministerial, se reunirá por primera vez en el otoño boreal.

Habló, además, de asegurar el futuro energético con inversiones en energías limpias para combatir el cambio climático y se refirió al foro bilateral anunciado también ayer para impulsar la educación superior, la innovación y la investigación.

El discurso de Obama, en el que intercaló varias frases breves en español, estuvo plagado de alusiones a varias figuras representativas de México, como Benito Juárez, la Virgen de Guadalupe, Frida Kahlo o Diego Rivera.

Tras su discurso, Obama se reunirá a puerta cerrada con empresarios mexicanos y dará así por concluida su visita de trabajo a este país, durante la que acordó con Peña Nieto reforzar la cooperación bilateral económica y en seguridad.

Por la tarde, Obama viajará a Costa Rica, donde se reunirá con su homóloga, Laura Chinchilla, y después tendrá una cena de trabajo con los mandatarios centroamericanos.