Es un tema del cual a Barack Obama no le gusta hablar demasiado para evitar dar la impresión de que da por hecho que ganará las elecciones, pero cómo será su gabinete en caso de victoria y quién formará parte de él son preguntas recurrentes. Así sucedió el miércoles por la noche (madrugada de ayer en España) en la cadena ABC, donde Obama dijo tener "algunas buenas ideas" sobre personas a las que ofrecer que le acompañen en el Gobierno. Estas "buenas ideas" pueden incluir a figuras republicanas, ya que Obama dijo que es "muy importante" contar con políticos del otro partido.

Este es uno de sus argumentos recurrentes: que para solucionar los problemas con los que se enfrenta EEUU en estos momentos es necesario que los dos partidos trabajen de forma conjunta. Es también un mensaje importante en una recta de la campaña electoral en la que los sondeos indican que los demócratas pueden hacerse con el control de la Casa Blanca y aumentar su mayoría en el Congreso, una acumulación de poder en manos de un único partido a la que los estadounidenses suelen ser reacios. Por eso, estos días la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, defiende que una mayoría más amplia demócrata es una forma de garantizar una mayor colaboración partidista.

De forma paralela al hecho de que el partidismo bloquea muchas decisiones en el Congreso, los sondeos indican repetidamente dos ideas: que los estadounidenses tienen en muy poca estima la eficacia de su poder legislativo y que quisieran más consenso de ambos partidos en los grandes temas. El bipartidismo es un objetivo por sí mismo, a pesar de que fue, por ejemplo, un ejercicio de bipartidismo el que le dio a George Bush la autorización para la guerra de Irak, en un voto que ha perseguido a demócratas como Hillary Clinton. Sin embargo, tanto McCain como Obama se han presentado como adalides del consenso con el otro partido.