Estados Unidos concluirá su misión de combate en Irak a finales de agosto, confirmó hoy el presidente Barack Obama, pero "el sacrificio no termina", dijo ante miles de veteranos ahora discapacitados. "Mantendremos en Irak una fuerza de transición hasta que retiremos a todos nuestros soldados a fin del año próximo", dijo Obama ante unas 2.000 personas que lo recibieron con aplausos en la convención nacional de Veteranos Estadounidenses Discapacitados en Atlanta (Georgia).

Los aproximadamente 50.000 soldados que permanecerán en Irak después del 31 de agosto estarán dedicados al apoyo y la instrucción de las fuerzas de seguridad iraquíes. Cuando Obama llegó a la Casa Blanca en enero de 2009 había en Irak unos 150.000 soldados estadounidenses. "No se equivoquen. Nuestro compromiso en Irak va a cambiar de un esfuerzo militar encabezado por nuestras tropas a un esfuerzo civil encabezado por nuestros diplomáticos", señaló el presidente, quien subrayó que "la cruda realidad es que aún no vemos el final del sacrificio estadounidense en Irak".

El presidente recordó que, como candidato a la presidencia, en el 2008, prometio que llevaría la guerra en Irak a "un fin responsable" y que poco después de iniciar su mandato anunció una nueva estrategia que incluía el paso de las responsabilidades al gobierno iraquí. Según la Administración Obama, el gobierno iraquí cuenta con unos 665.000 soldados y policías que han asumido la responsabilidad por la seguridad en el país desde junio de 2009, cuando las fuerzas militares de EEUU empezaron a replegarse fuera de las ciudades.

Obama añadió que había dejado en claro que "para el 31 de agosto la misión de combate de Estados Unidos en Irak terminaría, y eso es exactamente lo que se hará, como se prometió, y en fecha". Estados Unidos invadió Irak en marzo de 2003, derrocó el régimen del presidente Saddam Hussein, y se ha enfrentado a una insurgencia que le ha costado más de 4.000 soldados muertos, más de 30.000 heridos y más de 736.000 millones de dólares. Hasta ahora, más de un millón de estadounidenses han participado en la guerra de Irak.

Los asistentes a la reunión en la que habló Obama representan a aproximadamente los 1,2 millones de estadounidenses que han sufrido heridas, mutilaciones o trastornos psicológicos y emocionales en las guerras de Estados Unidos desde que se fundó la organización en 1920. Obama afirmó que la violencia en Irak "se encuentra casi en los niveles más bajos que se han registrado en varios años".

El gobierno de Irak divulgó el sábado pasado cifras según las cuales julio fue el mes con más muertes de civiles por la violencia desde mayo de 2008. Los mandos militares estadounidenses indicaron que las cifras son mucho más bajas que lo anunciado por las autoridades iraquíes. Las misiones encomendadas a los 50.000 soldados que permanecerán en Irak, dijo el presidente Obama, incluyen la "lucha contra el terrorismo y la protección de nuestros esfuerzos civiles y militares". "Estas son tareas peligrosas", añadió el presidente quien subrayó que "ya hemos cerrado cientos de bases en Irak o las hemos transferido a los iraquíes. Estamos retirando millones de piezas de equipo en una de las operaciones logísticas más grandes que se hayan visto en décadas".

Según la Casa Blanca, en junio de 2009 las fuerzas estadounidenses ocupaban 357 bases en Irak, y ahora 121, que bajarán a 94 a fin de agosto. Obama dijo que a fin de agosto su gobierno "habrá traído a casa más de 90.000 soldados desde Irak". En el mismo período el gobierno de Obama ha incrementado el contingente estadounidense en Afganistán de 30.000 a 90.000 soldados, y buena parte de los equipos que en Irak no se entreguen a las fuerzas iraquíes se despacharán para las tropas norteamericanas en la guerra afgana.

En julio había en Irak unos 83.000 soldados y otros 87.000 en Afganistán. El presidente Obama designó recientemente como jefe de las operaciones estadounidenses en Afganistán al general David Petraeus, el estratega y comandante de una escalada militar en Irak en 2007 que contuvo la insurgencia y preparó el camino para la retirada de las tropas de EEUU.