El presidente de EEUU, Barack Obama, ha obtenido el respaldo del presidente de la Cámara de Representantes y principal líder de la oposición republicana en el Congreso, John Boehner, para una intervención militar en Siria. Es un paso más, pero puede ser el elemento catalizador para afrontar a corto plazo una decisión consensuada de ataque contra Siria. El apoyo parlamentario, aunque no está garantizado en estos momentos, es un objetivo creíble.

El régimen sirio de Bachar al Asad tiene motivos para temer un ataque militar de alto componente tecnológico. Obama ya ha avanzado a los líderes del Congreso estadounidense en una reunión en la Casa Blanca que EEUU tiene un amplio plan para ayudar a los rebeldes a derrotar a las fuerzas del Gobierno sirio. En los planes de ataque formulados por Obama se prevé un ajuste de cuentas de tipo "proporcional" y "limitado". En otras palabras, cualquier intervención militar debe comportar un riesgo comedido de pérdidas humanas para el Ejército de EEUU y la implicación de las fuerzas rebeldes al régimen.

Ambiente prebélico

El ambiente prebélico y la estrategia de Obama de hacer partícipes a los republicanos de la información de primera mano puede facilitar la decisión consensuada de un ataque. Los dos principales republicanos en la Cámara de Representantes, --John Boehner, y el líder de la mayoría Eric Cantor-- y la líder demócrata Nancy Pelosi ya han confirmado su apoyo a la acción militar contra Siria. El secretario de Estado de EEUU, John Kerry, y el secretario de Defensa, Chuck Hagel, presentarán la actual situación siria ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado.

La resolución autoriza a Obama a utilizar la fuerza militar si es necesario para "impedir o disuadir el uso o la proliferación " o de Siria de cualquier arma de destrucción masiva , incluyendo armas químicas. Algunos demócratas consideran que el lenguaje de la resolución debe ser más claro e impedir el uso de tropas terrestres. Nadie ha planteado todavía que sucedería en el caso de un uso indiscriminado de armas químicas en el conflicto como consecuencia de un ataque internacional.

Despliegue militar

Mientas se allana el territorio político en EEUU para una intervención militar en Siria, los movimientos militares ya han comenzado. Los buques de la Armada ya han tomado posiciones, con la aproximación del portaaviones 'Nimitz', que navega en el sur del mar Rojo, y la retirada del Mediterráneo oriental de uno de los cinco destructores que había emplazado en esas aguas, según los medios estadounidenses. La flotilla, que incluye el crucero 'Princeton' y los destructores 'Shoup', 'Lawrence' y 'Stockdale', navegan ya por el mar Rojo. También operan en la región submarinos equipados con misiles guiados. Estas naves son capaces de disparar más de 100 Tomahawks, tantos como cuatro o cinco destructores.

Por su parte, el portal Military.com, que cita también fuentes militares, señaló que no hay información sobre el paradero y la misión del buque 'Kearsarge' de asalto anfibio, que con 1.000 infantes de Marina a bordo se encuentra en algún lugar del mar Rojo.

Israel ha lanzado un misil

En este clima de conflicto imparable, no ha faltado un paso más en la escalada de tensión. Israel ha lanzado un misil del tipo 'Ancor', --señuelo en pruebas del sistema anti-misiles Jetz (Arrow)--. El lanzamiento ha desatado la protesta de Rusia, cuyos radares lo detectaron. El Mediterráneo oriental está en alerta.