"No acepto este futuro para el país", dijo el presidente de EEUU, Barack Obama, al hablar sobre las cifras de paro dadas a conocer hoy, que lo sitúan en el 8,1 por ciento, el mayor en 25 años.

En declaraciones desde Columbus (Ohio), donde participa en un acto de graduación de 25 nuevos policías, el presidente estadounidense defendió el plan de estímulo económico promulgado el mes pasado para asegurar que ya comienza a funcionar y contribuirá a sacar al país de la crisis.

El alcalde de Columbus, Michael Coleman, había despedido a los nuevos policías antes incluso de que completaran su curso de formación, debido a la crisis económica, aunque finalmente los contrató de nuevo con fondos procedentes del plan de estímulo.

El plan de estímulo económico, dotado con 787.000 millones de dólares, quedó promulgado el pasado 17 de febrero y es la piedra angular de la estrategia contra la crisis de Obama.

El presidente estadounidense asegura que el plan de estímulo permitirá crear o salvar más de 3,5 millones de puestos de trabajo. "A los que aún dudan de la sensatez de nuestro plan de recuperación les pido que hablen con los maestros que aún pueden enseñar a nuestros hijos porque aprobamos este plan. Que hablen con las enfermeras que pueden seguir cuidando a nuestros enfermos, y a los bomberos y equipos de emergencia que pueden seguir manteniendo sanas y salvas a nuestras comunidades", declaró Obama.

"Les pido que vengan a Ohio y se reúnan con los 25 hombres y mujeres que pronto estarán protegiendo las calles de Columbus porque aprobamos este plan", afirmó Obama.

El Departamento de Trabajo informó hoy de que el mes pasado la economía sufrió una pérdida neta de 651.000 empleos. Febrero fue el tercer mes consecutivo en el cual la destrucción de empleos superó la marca de 600.000 personas, algo que no ocurría desde que el Departamento de Trabajo inició la compilación de estas cifras en 1939.

Según indicó Obama, los números desvelados hoy representan que desde que comenzó la recesión en EEUU en diciembre de 2007 se han perdido 4,4 millones de puestos de trabajo. Eso, afirmó, "no es un futuro que acepte para los Estados Unidos".