Una mano tendida a Irán para un nuevo inicio en las relaciones entre Teherán y Washington. Hasta el momento, Barack Obama había hablado de esta idea en entrevistas televisivas y con referencias más o menos directas en discursos, pero ayer lo plasmó de forma clara aprovechando la celebración del Nowruz, el año nuevo en algunos países, entre ellos Irán.

"En esta celebración reside la promesa de un nuevo día, la promesa de oportunidades para nuestros hijos, seguridad para nuestras familias, progresos para nuestras comunidades y paz entre naciones", dijo Obama en un vídeo inédito, subtitulado al persa, que la Casa Blanca distribuyó entre las televisiones y que colgó en su web y en YouTube.

En su discurso, Obama volvió a referirse al "mutuo respeto" entre ambos países, y dijo "al pueblo y los líderes de Irán" que "el lugar que se merece en la comunidad de naciones" no lo lograrán a través de "amenazas, terrorismo o armas, sino mediante acciones pacíficas".

DIPLOMACIA Obama reiteró que su Administración cree en la apuesta por la diplomacia y en la búsqueda de "lazos constructivos entre EEUU, Irán y la comunidad internacional" y explicó cuáles son sus objetivos: "Un futuro de renovados intercambios entre nuestra gente .... Un futuro en el que las viejas divisiones estén superadas y todos vuestros vecinos y el resto del mundo puedan vivir en paz".

El mensaje es un paso más, el más decidido hasta el momento, en el intento de Obama de explorar la vía diplomática para reconducir los múltiples asuntos que separan al régimen iraní y Washington.

Obama marca una evidente diferencia respecto la retórica de la Administración de Bush, si bien por el momento el nuevo enfoque de la Casa Blanca no se ha trasladado de las palabras a los hechos. En la estrategia de Washington de cambiar por el momento solo la retórica pesan las elecciones presidenciales de este verano, en las que Mahmud Ahmadineyad busca la reelección. En su mensaje, veladamente, Obama dijo a los iranís que "deben elegir" si optan por la vía del diálogo.

MAS ACCION La intervención de Obama no mereció una respuesta ni de Ahmadineyad ni del líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, en sus intervenciones con motivo del Nowruz. Fue un asesor de Ahmadineyad, Al Akbar Javanfekr, el que respondió al líder estadounidense, elogiando las palabras de Obama, pero exigiendo actos concretos.

Obviamente, Teherán quiere que Washington no se oponga a su programa nuclear (que el régimen iraní sostiene que es civil), pero con eso no basta. Las exigencias iranís van desde que EEUU deje de apoyar a Israel hasta que la Casa Blanca admita y pida disculpas por una lista de agravios del pasado, que incluyen el apoyo estadounidense al golpe de Estado de 1953, la ayuda a Irak durante la guerra entre ambos países en los años 80 y la destrucción en 1988 de un avión civil iraní en el golfo Pérsico.

Con más efusividad fue recibido el mensaje en Europa. El jefe de la diplomacia de la UE, Javier Solana, dijo que esperaba que la oferta lleve a "un nuevo capítulo en las relaciones con Irán", mientras que el presidente francés, Nicolas Sarkozy, lo calificó de "una buena noticia".