Durante su campaña, Barack Obama prometió invertir en 10 años 110.000 millones de euros en energías limpias. Se comprometió también a crear 2,5 millones de puestos de trabajo antes del 2011, muchos de ellos gracias al desarrollo de políticas y normas medioambientalmente avanzadas. Y propuso medidas ecológicamente conscientes como requerir que el 10% de la electricidad de EEUU provenga en el 2012 de energías renovables. Ayer, el presidente electo de EEUU presentó en una rueda de prensa en Chicago a su equipo de recursos naturales y medioambiente y con sus selecciones renovó públicamente su compromiso verde .

Su apuesta representa una de las rupturas más radicales con la Administración de George Bush. Y ayer cobró forma al anunciar la elección como secretario de Energía de Steven Chu, un premio Nobel de Física (1997) que ha sido uno de los líderes nacionales en la investigación y el desarrollo de energías renovables, biocombustibles de nueva generación y soluciones tecnológicas al calentamiento global.

Para cumplir ahora sus promesas Obama se ha rodeado también de otros nombres destacados que se miden a grandes desafíos. Por ejemplo, Lisa Jackson, su escogida para dirigir la Agencia de Protección Ambiental (EPA, en sus siglas en inglés), deberá limpiar el nombre de un organismo oficial arrastrado por el fango de escándalos como el de la manipulación de informes para hacerlos coincidir con propuestas de la Casa Blanca.

Si bien la energía y el medioambiente eran los ejes del encuentro de Obama con los medios, el presidente electo no podía evitar que en el aire siguieran flotando las preguntas sobre su relación con Rod Blagojevich, el gobernador de Illinois acusado de haber intentado vender el escaño en el Senado que quedó libre con la elección de Obama.

APOYO AL CAMBIO Destacados republicanos como el que fue rival de Obama en las elecciones, John McCain, han defendido al presidente electo. Sin embargo, el Comité Nacional Republicano insiste en que Obama aún debe aclarar su relación y la de su equipo con el gobernador supuestamente corrupto y el mensaje del partido parece haber calado entre ciudadanos republicanos, según demostraba ayer un sondeo de The Washington Post y ABC News, en el que el 51% de estos opinaban que Obama no ha dado explicaciones. El mismo porcentaje de independientes sí consideran que el presidente electo se ha explicado.

Más allá del caso Blagojevich , la encuesta refleja el apoyo de los estadounidenses a la transición que está dirigiendo Barack Obama. En una significativa mejora de la valoración del proceso respecto hace a tres semanas, tres cuartas partes de los sondeados aprueban ahora la transición.

Ayer, precisamente, Obama mantenía su primera reunión con el secretario de Defensa, Robert Gates; su elegida como secretaria de Estado, Hillary Clinton, y el resto de su equipo de seguridad nacional, un encuentro que se planteaba como un paso para asegurar que el gabinete está listo para ponerse al frente del país el 20 de enero.