El presidente de EEUU, Barack Obama, dijo ayer que el reciente atentado fallido en un vuelo con destino a Detroit puso de manifiesto que los sistemas de seguridad del país fallaron de forma "potencialmente desastrosa".

Obama afirmó, tras reunirse con altos funcionarios de su Gobierno, que los fallos en los sistemas de inteligencia "no son aceptables" y subrayó que no los tolerará.

El presidente mantuvo ayer una reunión con 20 altos funcionarios de su administración entre ellos la secretaria de Estado, Hillary Clinton, el secretario de Defensa Robert Gates y la secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, para analizar los fallos que permitieron el incidente del avión con destino a Detroit.

Obama aseguró que la comunidad de inteligencia tenía suficiente información para haber detectado y "potencialmente" desarticulado el atentado fallido protagonizado por un joven nigeriano de 23 años, Umar Farouk Abdulmutallab, que portaba explosivos adheridos a su ropa interior.

"La comunidad de inteligencia fracasó a la hora de vincular todos los datos", insistió Obama, quien pidió a los miembros de su Gobierno que completen la revisión que encargó de los sistemas de detección en los aeropuertos y las listas de vigilancia de terroristas esta misma semana.

El presidente reiteró, por lo demás, su intención de cerrar el penal de Guantánamo, aunque señaló, en línea con lo adelantado ya por el portavoz presidencial Robert Gibbs, que se suspenderá de momento el envío de prisioneros yemeníes al país árabe. Obama ha atribuido la trama del atentado fallido a la filial de Al Qaeda en Yemen.

En la actualidad hay unos 90 yemeníes en Guantánamo.