Los partidarios de Julian Assange, el fundador de Wikileaks, encarcelado desde el día 7 en Londres, se movilizaron ayer en Europa y América Latina para pedir su liberación, mientras el presidente de EEUU, Barack Obama, condenaba por primera vez las filtraciones del portal, que en noviembre empezó a difundir 250.000 cables confidenciales de la diplomacia estadounidense.

En conversación telefónica con su homólogo mexicano, Barack Obama calificó las filtraciones de Wikileaks de "acto deplorable", y señaló que "estos actos irresponsables no deben distraer a nuestros países de nuestra importante cooperación".

Mientras, varias concentraciones en Madrid, Barcelona, Alicante, A Coruña, Sevilla, Valencia, Zaragoza y Málaga se sumaron a las convocadas simultáneamente ante las embajadas británicas de Argentina, México, Colombia y Perú, y también en Holanda y Brasil. En todas se leyó un comunicado en defensa de la libertad de expresión y contra las "acciones orquestadas" contra Wikileaks.

En Madrid, 200 personas convocadas por la plataforma de internautas Free Wikileaks se congregaron frente a la Embajada británica con pancartas de apoyo a Assange y numerosas caretas blancas, símbolo del movimiento por su liberación. El coordinador federal de IU, Cayo Lara, pidió al Gobierno que aclare en el Congreso las revelaciones de Wikileaks. En Barcelona, 300 manifestantes se concentraron ante el consulado británico.

SUMISION A EEUU Lara exigió al Ejecutivo socialista que explique su "posible sumisión" al Gobierno de EEUU, "la posible injerencia por parte de la Embajada estadounidense en los asuntos de España", las presiones en el caso Couso y "si ha habido una oferta de aumentar la presencia militar en la base de Rota".

Assange está pendiente de una vista judicial el martes en Londres, que decidirá sobre su extradición a Suecia, que lo reclama por supuestos abusos sexuales a dos mujeres de ese país.