Barack Obama no tuvo más remedio ayer que dedicar lo que su equipo llamó un "gran discurso" a la cuestión racial en EEUU. Las declaraciones de Geraldine Ferraro (despedida de la campaña de Hillary Clinton por decir que el senador está donde está por ser negro) y, sobre todo, la polémica por las ideas del pastor (y prácticamente mentor) de Obama, Jeremiah Wright, obligaron al candidato demócrata a acusar a EEUU de estar "atascado en un punto muerto racial".

Obama condenó las ideas de Wright con dureza: "Utiliza un lenguaje incendiario que expresa puntos de vista que potencialmente no solo amplían la división racial, sino que denigran la grandeza y la bondad de nuestra nación, que ofenden por igual a blancos y negros".

El senador aprovechó la polémica para explicar la foto de las relaciones raciales en EEUU. "No puedo repudiar a Wright más de lo que puedo repudiar a la comunidad negra", dijo. "Las iglesias contienen la bondad y la crueldad, la inteligencia y la ignorancia, las luchas y los éxitos, el amor y la amargura que constituyen la experiencia de ser negro en América", aclaró.

GOBERNADOR ADULTERO Mientras se libra la batalla demócrata por optar a la Casa Blanca, David Paterson juró el lunes en Nueva York su cargo como primer gobernador negro y ciego del estado. El mismo día, Paterson y su esposa, Michelle, reconocieron en The Daily News que tuvieron relaciones extramaritales en una época en la que su matrimonio pasaba por horas bajas. El gobernador quiere evitar otro escándalo tras relevar a Eliot Spitzar, que gastó un dineral en prostitutas de lujo.