El presidente estadounidense saliente, Barack Obama, visitará este martes y miércoles una Atenas blindada por más de 4.000 agentes griegos y cientos de miembros del equipo de seguridad del mandatario. Tal será el despliegue que el viceministro de Protección Ciudadana, Nikos Toskas, ha pedido disculpas a la ciudadanía por las molestias por adelantado.

La policía ha prohibido manifestaciones dentro del perímetro cercado del centro de la capital, aunque varias marchas de protesta colorearán las calles. Los sindicatos griegos clamarán contra la política estadounidense en Siria, contra la intervención de EEUU en Grecia en el pasado y, ya de paso, contra las medidas de austeridad del Ejecutivo de Atenas.

“Obama viene como agente de intereses imperialistas”, señala el sindicato público ADEDY, que tacha de “provocación” la visita del mandatario días antes del aniversario de una sangrienta revuelta estudiantil que ayudó, en 1973, a derrocar la junta militar griega, apoyada por EEUU.

En una entrevista publicada este domingo por el diario 'Kathimerini', Obama dijo que continuaría urgiendo “a los acreedores de Grecia a dar los pasos necesarios para asegurar que Grecia está en posición de volver a un crecimiento económico saludable, lo que incluye garantizar un alivio de deuda esencial”. Estas palabras suenan a bálsamo sanador en el Gobierno de la coalición izquierdista Syriza, en caída libre en las encuestas.

MÁS COOPERACIÓN

A su llegada a la capital griega, Obama se reunirá con el presidente griego, Prokopis Pavlopoulos, a lo que seguirá un encuentro con el primer ministro, Alexis Tsipras. En torno a las 16:00 hora local (una hora menos en España), está programada una rueda de prensa conjunta de Obama y Tsipras en la que se abordará la necesidad de una mayor cooperación bilateral, además de las referencias de rigor acerca de los esfuerzos de Grecia para lidiar con la crisis.

Por la noche, cenará con el presidente anfitrión, mientras que el miércoles está previsto que Obama visite la Acrópolis, y después dará un discurso que versará, entre otros asuntos, sobre los impactos de la crisis en el pueblo griego. Acto seguido, el 'Air Force One' le trasladará a Berlín.

Aunque la visita de Obama parece ya fuera de lugar. Ilias Markis, viñetista del diario 'Kathimerini', lo ilustra con una conversación telefónica entre Obama y el presidente estadounidense electo, Donald Trump, en la que el primero pregunta que qué quiere que le comente a Tsipras en su viaje a Grecia. A lo que Trump responde: “(Dile) Que puedo convencer a Putin de que imprima dracmas”.