El mundo se ha despertado hoy con la respiración contenida ante la posibilidad de que pueda ser el último día de vida de Sakineh Mohamani Ashtiani, la mujer iraní de 43 años condenada a la lapidación acusada de adulterio.

Dos de las oenegés internacionales que siguen más de cerca su caso, en especial el Comité Internacional contra la Lapidación, presidido por Mina Ahadi y con sede en Berlín, aseguraron ayer tener indicios de que la ejecución puede llevarse a cabo hoy en la prisión de Tabriz, en el noroeste de Irán, donde la mujer está detenida y completamente aislada. El Gobierno iraní no se pronunció ayer sobre este anuncio.

El escritor y periodista iraní Armin Arefi, afincado en París, convertido desde su blog en el diario Le Monde en referente de la causa de Ashtiani, aseguró ayer que la ejecución es "inminente".

Por su parte, todo el engranaje internacional que ha hilvanado una exitosa campaña de concienciación para evitar la lapidación de Sakineh Mohamani Ashtiani trabajó ayer sin descanso.