La Junta de Gobernadores del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) denunció hoy a Siria ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas por entender que construía en secreto un reactor nuclear en unas instalaciones bombardeadas por Israel en septiembre de 2007. Según la resolución aprobada en Viena con los votos de los países occidentales miembros de la Junta, liderados por EEUU y la UE, el régimen sirio violó sus acuerdo de salvaguardas (controles) con el OIEA en el marco del Tratado de No Proliferación (TNP). El texto recibió 17 votos a favor, seis en contra y 11 abstenciones, mientras que un país miembro de la Junta, Mongolia, no estaba presente en la votación. Rusia y China, ambos con derecho de veto en el Consejo de Seguridad, votaron en contra, al igual que Azerbaiyán, Venezuela, Ecuador y Pakistán. El resto de los países latinoamericanos, como Brasil, Argentina, Chile y Perú, se abstuvieron en la votación, lo que ayudó al bloque occidental a adoptar la resolución. Del voto favorable, llama la atención la adhesión de los Emiratos Árabes Unidos, Singapur y Camerún, que se unieron a los 14 países que promovieron la resolución. El embajador de Estados Unidos ante el OIEA, Glyn Davies, manifestó ante la prensa que la resolución es un "paso adecuado y necesario" para responder a los incumplimientos de Siria. "Construir un reactor nuclear secreto, apto para la producción de plutonio, sin un fin pacífico creíble, es una de las peores violaciones de salvaguardas", dijo el diplomático. Davies destacó asimismo la negativa de Siria de cooperar durante tres años con el OIEA. Por su parte, el embajador israelí Ehud Azulay, se mostró satisfecho con el voto de hoy y dijo en declaraciones a la prensa que la resolución "envía un mensaje claro a todos los países que en caso de no cooperar, la agencia (nuclear) está en condiciones de hacer sus propias conclusiones". El texto aprobado se basa en el más reciente informe del organismo sobre Siria, en el que se asegura que de acuerdo a las evidencias reunidas durante casi tres años, Damasco estaba por completar lo que con "mucha probabilidad" era un reactor nuclear que estaba construyendo de forma clandestina. El documento señala que "la construcción no declarada de un reactor nuclear y el hecho que no haya suministrado la información sobre el diseño de la instalación constituye una violación de los artículos 41 y 42 del acuerdo de salvaguardas de Siria en relación con el TNP". Además, Siria habría "incumplido sus obligaciones en virtud de su acuerdo de salvaguardas con el organismo en el contexto de artículo XII.C del estatuto del organismo". Por eso, la Junta ha decidido informar a los Estados miembros del OIEA y al Consejo de Seguridad sobre los incumplimientos de Siria, un estrecho aliado de Irán, otro país enfrentado a la comunidad internacional por sus actividades nucleares. El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas tiene los poderes para dictar sanciones contra Siria para forzar una mayor cooperación por parte del gobierno de Damasco, algo poco probable ante la negativa de Rusia y China de acompañar a Occidente en ese camino. La aviación de Israel bombardeó la instalación de Al Kibar en septiembre de 2007, un incidente que no fue denunciado por Siria hasta varios días más tarde. Estados Unidos aseguró meses más tarde que Siria iba a construir en ese lugar un reactor nuclear con ayuda de técnicos norcoreanos. Los inspectores del OIEA visitaron Al Kibar en junio de 2008 durante tres días y tomaron muestras medioambientales de los pocos escombros que quedaron en el lugar. Antes de permitir la entrada de los inspectores, las autoridades sirias habían limpiado completamente el lugar, donde aseguró que se encontraba un complejo militar convencional. No obstante, los inspectores detectaron huellas de uranio producido artificialmente, un indicio para actividades en relación con un reactor atómico no declarado. Además, la forma del edificio y de sus entornos son muy parecidos a los de una planta nuclear.