El Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA) dio ayer acuse de recibo de la carta enviada por Irán el 21 de septiembre admitiendo la existencia de la planta, al tiempo que exigió a Teherán que proporcione "información específica y permita el acceso a la instalación tan pronto como sea posible". "Esto permitirá al organismo evaluar los requisitos de las salvaguardias de verificación de la instalación", según aseguró ayer su portavoz Marc Vidricaire.

El único dato técnico que facilitó Vidricaire, portavoz del organismo de la energía atómica, es que "el nivel de enriquecimiento sería hasta el 5%", lo que crearía un combustible poco purificado para reactores civiles.