Una oleada de atentados en diferentes puntos de Irak ha causado hasta el momento al menos 27 muertos y unos 50 heridos, aunque la policía teme que el número de víctimas mortales vaya en aumento según pasen las horas.

En el primero de estos ataques, seis personas murieron y otras 14 resultaron heridas después de que un suicida hiciese detonar el cinturón de explosivos que llevaba en céntrico restaurante de Bagdad, informaron fuentes policiales. El suicida se inmoló en el restaurante "Yasmine" del barrio de Karradit Mariam, una céntrica zona de la capital, de población mixta (suníes, chiíes y cristianos) y cercana a la fuertemente custodiada "zona verde".

También cerca de la "zona verde", un coche bomba explotó en las proximidades de la Embajada iraní en el barrio de Salihiya de Bagdad y causó la muerte de una persona y heridas a otras cuatro.

Mientras, en el norte, un suicida empotró el coche bomba que conducía contra la sede del Partido Democrático del Kurdistán (PDK) en el pueblo de Tel Ascof, 30 kilómetros al norte de Mosul, según informó a Efe el brigadier de la policía local Said Jaburi. En el atentado murieron diez personas y más de veinte resultaron heridas, y también se produjo una importante devastación material en el edificio afectado y sus colindantes. El PDK es el partido del presidente de la región autónoma del Kurdistán iraquí, Masud Barzani.

En un cuarto ataque, otras diez personas murieron y veinte resultaron heridas, entre ellas muchos policías, después de que de nuevo un coche bomba dirigido por un suicida explotase en Baquba, a 65 kilómetros al noreste de Bagdad. Según explicaron fuentes policiales, el atentado tuvo como objetivo una comisaría de la policía de esta ciudad de la provincia de Diyala, uno de los principales focos de la insurgencia suní.