Al menos once personas, entre ellas tres policías, murieron ayer en una emboscada a un convoy oficial en el norte de Yemen tendida por rebeldes chiíes, informó hoy la prensa local. La caravana de vehículos, en la que viajaban miembros de tribus próximas al Gobierno de Saná, transportaba alimentos para la provincia norteña de Saada, según las fuentes, que citan un comunicado del Ministerio del Interior.

Los atacantes, de los que se sospecha que son integrantes de un grupo insurgente chií conocido como los "hutíes", acribillaron a balazos al convoy después de cerrarle el paso, se añade en el texto. Para el Ministerio del Interior, el ataque tiene como objetivo perjudicar los esfuerzos para conseguir la paz en la provincia de Saada, donde operan los rebeldes "hutíes".

Estos insurgentes aceptaron un alto el fuego propuesto por el Gobierno de Saná el 31 de enero pasado, pero después de eso se han registrado varios incidentes armados en el norte del país, por donde se movilizan los rebeldes "hutíes". El conflicto armado entre los "hutíes" y el régimen yemení se remonta a 2004 y desde entonces ha habido enfrentamientos intermitentes entre ambos bandos, con períodos intermedios de tregua.

El 11 de agosto pasado, el Ejército yemení lanzó una ofensiva por tierra y aire para aplastar a los insurgentes que derivó en unos combates en los que se implicó Arabia Saudí y que causaron centenares de muertos y miles de desplazados. En repetidas ocasiones el Gobierno de Saná ha acusado a los "hutíes" de no cumplir con sus compromisos para abandonar los reductos situados en zonas montañosas próximas a la frontera con Arabia Saudí y que están bajo control rebelde. Las autoridades acusan a los insurgentes de intentar reestablecer una monarquía que estaba vigente en esa región hasta la revolución de 1962. Los rebeldes pertenecen a la secta Zaidi, una de las más moderadas entre los chiíes.