La principal organización proderechos humanos de Israel, B´Tselem, acusa al Gobierno israelí en un informe hecho público ayer de aplicar en Cisjordania políticas racistas "que recuerdan al apartheid de Suráfrica." Según esta ONG, el Ejecutivo israelí determina el uso de las carreteras según si los conductores son israelís o palestinos.

El informe afirma que cerrar carreteras a los palestinos se sustenta en una "premisa racista: que todos los palestinos suponen un riesgo y, por lo tanto, es justificable restringir su movimiento. Una actitud racista que se ha convertido en una política que daña a los palestinos y viola la ley internacional". Según B´Tselem, lo que diferencia estas políticas israelís de las surafricanas es que Israel las aplica en nombre de la seguridad y que el Ejército evita transmitir las órdenes de cierre por escrito.