El Gobierno sirio impide de manera sistemática y como una "política" de Estado que los heridos que provienen de zonas controladas por la oposición o próximas a ellas sean atendidos, a través de acciones como ataques contra unidades médicas, hospitales y personal médico.

Así lo ha denunciado hoy la comisión investigadora de la ONU para Siria en un informe centrado en los asaltos a centros médicos en el contexto de la guerra civil en Siria.

Esta comisión divulgó el pasado miércoles su último informe completo sobre la situación en Siria, en el que acusa a las fuerzas gubernamentales y a la oposición armada de crímenes de guerra