La ONU ha confirmado el secuestro de tres trabajadores humanitarios, tripulantes de un helicóptero del Programa Mundial de Alimentos (PMA), en el oeste de Darfur por un grupo de desconocidos fuertemente armado.

El portavoz de la ONU, Martin Nesirky, ha confirmado el secuestro de esas tres personas, de nacionalidad búlgara, tras aterrizar su helicóptero en su base de Umm Shalaya, a unos 60 kilómetros de Heneina, una capital provincial al oeste de Darfur.

Por su parte, el jefe de comunicaciones de la Misión Conjunta de la ONU y la Unión Africana para Darfur (UNAMID), Kemal Saiki, ha precisado que los atacantes se llevaron al piloto, al copiloto y a un ingeniero, apenas aterrizó la aeronave, según un comunicado de prensa del organismo internacional.

"La policía sudanesa se encontraba en ese sector, se acercó y disparó a los secuestradores pero, al parecer, la operación no tuvo éxito", ha dicho Saiki, que no ha detallado más información sobre el incidente. En Sofía, el responsable de la compañía aérea para la que trabajan los secuestrados Heli Air, Vasil Valkov, ha indicado que han recibido información de que los tres pilotos están bien.

EXIGENCIAS PRELIMINARES

"La policía sudanesa y el ejército han emprendido una persecución. Ahora mismo se encuentran en una región cercana y ya han empezado las negociaciones", ha dicho Valkov, que ha señalado que los secuestradores solo han exigido recibir comida, pan, agua y otros suministros.

Los secuestrados, con estatuto de trabajadores humanitarios, tienen contrato para realizar vuelos de transporte con la misión de las Naciones Unidas de Sudán (UNMIS). Las negociaciones están a cargo de una comisión de crisis compuesta por funcionarios de las autoridades sudanesas, la ONU y el Ministerio de Exteriores búlgaro.

Darfur, en el oeste de Sudán, es escenario desde el 2003 de una guerra civil que ha causado 300.000 muertos, según las estimaciones de la ONU, y 2,7 millones de desplazados.

En el sur de Sudán se celebra desde el pasado domingo un referendo sobre la autodeterminación de la parte meridional del país y las encuestas previas indican que la secesión recibirá un apoyo mayoritario. Nesirky ha señalado a ese respecto que el proceso de consulta sigue adelante "sin que se hayan detectado grandes incidentes". La semana pasada, una coalición de organizaciones de defensa de los derechos humanos ha advertido del incremento de la violencia en Darfur durante el referéndo de autodeterminación.