La ocupación por parte de Israel de los territorios palestinos "contiene elementos de colonialismo y apartheid", afirmó hoy el relator especial de la ONU sobre la situación de los derechos humanos en esos territorios, John Dugard. En la presentación de su informe anual al Consejo de Derechos Humanos (CDH) de Naciones Unidas, que se reúne en Ginebra, el experto independiente acusó también a Israel de "mostrar poco respeto por la vida de las familias palestinas, miles de las cuales están separadas por las leyes israelíes".

El embajador de Israel ante la ONU en Ginebra, Itzhak Levanon, rechazó esas alegaciones y dijo que el mandato de Dugard era "tendencioso, altamente selectivo y parcial". Sostuvo que el relator no tuvo en cuenta para su informe las "violaciones de los derechos humanos por parte de los palestinos contra Israel y entre ellos mismos", ante lo cual Dugard reconoció que, aunque son asuntos que le preocupan, no forman parte de su mandato.

En su presentación, el experto de la ONU sostuvo que "los asentamientos judíos en los territorios de Gaza y Cisjordania, con una población de casi medio millón de personas, constituyen una forma de colonialismo" y violan la Cuarta Convención de Ginebra. Sobre los elementos que asemejan la situación palestina a la que vivían los sudafricanos negros durante el apartheid, afirmó que "las restricciones de movimiento dentro de Cisjordania y del valle del río Jordán se parecen a la ley de tránsito de entonces, tanto por su naturaleza discriminatoria como por su brutal aplicación".

Dugard también mencionó el sistema de caminos separados para colonos judíos y palestinos, "algo que no fue contemplado ni siquiera en el apartheid sudafricano". Igualmente, mencionó el hecho de que los israelíes puedan "desplazarse libremente" por ciertas zonas restringidas para los palestinos, que "requieren permisos que frecuentemente les son negados". También se refirió a las "áreas residenciales separadas para judíos y palestinos en Hebrón, que recuerdan a las zonas destinadas a diferentes grupos raciales en el apartheid, así como a la prohibición de que los palestinos puedan vivir con sus esposas árabes-israelíes.

El relator recalcó la "urgencia" de que la comunidad internacional alcance un consenso para resolver el caso palestino, pues "se ha convertido en el único en el que un pueblo en desarrollo es brutalmente subyugado por un régimen afiliado a Occidente". De manera muy crítica con los países occidentales, observó que éstos "no pueden esperar que el mundo en desarrollo se preocupe por las violaciones de los derechos humanos en Darfur (Sudán), Zimbabue o Birmania, si ellos no lo hacen con respecto a los palestinos".

Por su parte, el embajador palestino ante la ONU, Mohamed Abu-Koash, consideró que "las olas de extremismo que el mundo sufre se deben en gran medida a la falta de políticas y acciones para terminar con la ocupación israelí de Palestina y otros territorios árabes".