La policía griega ha iniciado una operación en la isla de Lesbos para transferir a miles de migrantes que acampan en la calle hacia un nuevo campo de urgencia tras el incendio del campo de Moria.

A primera hora de la mañana, la policía comenzó a pasar carpa por carpa, despertando a los inmigrantes, para llevarlos al campo construido después del incendio de hace una semana. En medio del silencio, interrumpido por el llanto de algunos niños, los migrantes juntaban sus escasas pertenencias y desmontaban las carpas improvisadas montadas en la calle.

"Una operación policial está en marcha para llevar a los refugiados hacia un nuevo campo. Eso no debe impedir la asistencia médica", informó la oenegé Médicos sin Fronteras, que no pudo volver a la clínica de urgencia que abrió después del incendio.

Desde el incendio de Moria, donde vivían unos 13.000 refugiados, miles de personas se instalaron en las plazas de estacionamiento de supermercados a en el arcén de las carreteras. Las autoridades griegas y la ONU construyen desde el sábado un nuevo campo para alojar a los refugiados.

RECHAZO DE UN NUEVO CAMPO

Pero muchos refugiados se niegan a instalarse por temor a quedar encerrados durante meses a las espera de un eventual traslado hacia el continente griego u otro país europeo.

Solo 1.200 personas se han instalado en el campo de urgencia levantado no lejos de las ruinas de Moria, indicó el ministerio de Migraciones. El objetivo de ese nuevo campo "temporal" es que los refugiados "puedan progresivamente y en calma dejar la isla para ir a Atenas" o "ser instalados en otro lugar", dijo el miércoles el Alto Comisionado de la ONU para los refugiados en Grecia, Philippe Leclerc.