La oposición democristiana de Alemania (CDU y CSU) anunció ayer que apoyará los planes del Gobierno de Gerhard Schröder para adelantar al 2004 la reforma fiscal que reduce los impuestos en un 10%, para estimular el crecimiento y la economía. El más duro de los opositores, el socialcristiano bávaro (CSU) Edmund Stoiber, que se oponía radicalmente a la medida, cambió de posición.

Una vez quebrada la resistencia de Stoiber, la presidenta de la Unión Cristiano Demócrata (CDU), Angela Merkel, expresó que su partido también apoya el adelanto de la reforma y, al igual que Stoiber, exigió que el Gobierno detalle la forma de financiar su proyecto. De forma casi inmediata, Schröder envió una carta a ambos para concretar un encuentro para estudiar sus propuestas de financiación. El canciller ya adelantó que el anticipo de la reforma se debe financiar "con una mezcla que incluye eliminar subvenciones y la venta de propiedades del Estado, mediante nuevos créditos".

El apoyo opositor a la rebaja de impuestos es una prueba de fuego, ya que el Gobierno espera también que la oposición respalde otros cambios.