Las Fuerzas Armadas tomaron ayer el control de Pando, la región amazónica boliviana donde rige el estado de sitio desde el pasado viernes, y de su capital, Cobija. "Resistiré", dijo primero su prefecto (gobernador), Leopoldo Fernández. Sin embargo, giró sobre sus pasos y, para evitar su detención, llamó a los pobladores a aceptar --"aunque nos duela mucho", dijo-- las medidas de emergencia. Por lo pronto, el departamento de Santa Cruz, que lidera el reclamo de las cinco regiones díscolas y es de donde parten las críticas más duras contra el presidente boliviano, Evo Morales, resolvió el domingo, y "como gesto de buena voluntad", levantar los cortes de carreteras. Se esperaba que los simpatizantes del Movimiento al Socialismo (MAS) hicieran lo propio, contribuyendo así a la creación de un mejor clima político.

La muerte de 30 personas, en su mayoría simpatizantes de Morales, aceleró la crisis política hasta tal punto de peligrosidad que el Gobierno y las regiones autonómicas volvieron a abrir una débil instancia de diálogo que evite tragedias mayores. Pando tiene una extensión de 63.827 kilómetros cuadrados y principalmente produce castañas. Allí viven el 1% del total de los bolivianos.

FALTA DE GAS Los cortes de carreteras y piquetes ya provocan estragos en la economía y en los hogares de miles de bolivianos que se ven obligados a cocinar con leña a falta de gas.

Representantes del presidente boliviano y el prefecto de Tarija, Mario Cossío, en nombre de la oposición conservadora, tenían ayer pensado volver a encontrarse por la noche y sentar las bases de esa pacificación. Nadie apuesta un duro por el acuerdo. La concordia es casi una ilusión.

"Si el Gobierno no hubiera declarado el estado de sitio, las muertes se contarían hoy por centenas", dijo el ministro de Defensa, Walker San Miguel. Para el MAS, lo que ocurrió en Cobija, la capital de Pando, ha sido una masacre, la peor de los últimos años, si se tiene en cuenta la escasa población que tiene ese departamento.

Los prefectos de Santa Cruz, Tarija, Beni y Chuquisaca intentaron ayer llegar hasta Cobija para expresar su solidaridad con Fernández. Dijeron haber fracasado en el intento porque los militares lo impidieron. Sin embargo, parece haberse impuesto el sentido común entre algunos de ellos. Fernández, un exaliado del dictador Hugo Bánzer, se ha convertido a estas alturas en un socio difícil de sostener. El Gobierno dice que tiene pruebas que lo comprometen con la muerte de los campesinos. El prefecto acusado asegura ser inocente. "Que venga una comisión internacional a investigar", dijo.

APOYO AL PUEBLO Las regiones autonomistas emitieron una dura declaración en la que advirtieron de que la vigencia del estado de sitio amenaza con hacer fracasar el diálogo. Sin embargo, en su comunicado, dieron su apoyo al "pueblo" de Pando, y no mencionaron a Fernández.

Hoy lunes se reúnen en Santiago de Chile los presidentes de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur). El peruano Alan García avisó que no estará presente. El brasileño Luiz Inácio Lula da Silva confirmó su presencia pero no está muy convencido de la contribución de esa cumbre. La idea partió en especial del venezolano Hugo Chávez, quien se sigue ganando enemigos en Bolivia. El jueves prometió liderar un movimiento armado en ese país si Evo Morales es derrocado. El comandante de las Fuerzas Armadas de Bolivia, el general Luis Trigo, salió a responderle advirtiéndole que no tolerarán ninguna intromisión externa.

En la noche del sábado, Chávez insistió: "Yo sé que ese general y otros generales tienen allá en Bolivia una especie de huelga de brazos caídos, que han permitido a los fascistas paramilitares masacrar al pueblo de Bolivia", dijo. Y agregó: "lancé una declaración muy fuerte, lo reconozco, pero la ratifico: si a Evo lo derrocan o lo matan, lo digo, no me voy a quedar de brazos cruzados".

En este contexto, el embajador de Estados Unidos en La Paz, expulsado por Morales, se despidió ayer del país boliviano. Su salida compulsiva, anticipó, "puede tener efectos serios en muchas formas que no se han valorado apropiadamente".