La oposición venezolana recibirá el nuevo año en la calle y cumplirá un mes de paro cívico con festivas manifestaciones, dispuesta a seguir con la desobediencia civil y tributaria y la devastadora guerra de trincheras contra el presidente, Hugo Chávez. "El paro va a continuar hasta sus últimas consecuencias", repitió el sindicalista Carlos Ortega, dirigente de la Coordinadora Democrática. Afianzado por haber recuperado el control de las instalaciones petroleras, Chávez aseguró: "La oligarquía terminará quebrada antes de que acabe con el país y me saque a mí".

Con banderas, pitos y pancartas, los manifestantes de clase media tenían previsto concentrarse en la Nochevieja en el nudo de autopistas del barrio residencial de Altamira, en el este rico de Caracas. Si bien una orquesta amenizará la noche tropical, los asistentes se preparan para marchar el día 2 "hasta todos los cuarteles", para pedir que los militares presionen.

MAS CHOQUES

El dirigente de la patronal Fedecámaras, Carlos Fernández, advirtió que "en los próximos días se podrían radicalizar las posiciones, lo que generaría enfrentamientos entre ambos bandos". Entre carencias, colas y carestías, la oposición decidió, de momento, "apretar el cerco económico al Gobierno" y llamó a sus seguidores a no declarar el impuesto sobre la renta y no pagar tributos.