El Tribunal Supremo de Tailandia emitió hoy una ordenen de búsqueda y captura contra el depuesto primer ministro Thaksin Shinawatra, después de que anunciara que se exilia en el Reino Unido. La corte argumentó que el matrimonio no cumplió su obligación de volver a Tailandia para comparecer ante el juez tras obtener permiso para viajar a China, donde asistió a la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de Pekín, informaron fuentes judiciales.

Shinawatra, dueño del club de fútbol inglés Manchester City y quien se encuentra en libertad provisional, señaló desde Londres y a través de un portavoz que su decisión responde a las amenazas contra su seguridad y el injusto trato que recibe en los tribunales de su país que le juzgan por supuesta corrupción. El multimillonario, quien había depositado una fianza de ocho millones de bat (237.000 dólares), y su esposa no se presentaron hoy ante el tribunal que les juzga por un delito de malversación de fondos públicos.

Hace dos semanas, un tribunal tailandés condenó a Pojaman a tres años de prisión tras hallarla culpable de evasión de impuestos por valor de 546 millones de bat (16,3 millones de dólares, al cambio actual) por irregularidades en la venta del conglomerado de su marido, Shin Corp.

Antes de llegar al poder en 2001, Shinawatra traspasó a su esposa, dos hijos y otros miembros del clan familiar la mayor parte de la empresa, que fundó tras dejar el cuerpo policial, en el que alcanzó el grado de coronel. En 2006, la familia del entonces primer ministro vendió a la compañía estatal singapuresa Temasek Holdings el 49,6 por ciento de Shin Corp por unos 70.000 millones de bat (2.230 millones de dólares), en una polémica transacción declarada libre de impuestos.

Shinawatra también está siendo investigado por el Tribunal Supremo para determinar si su Gobierno concedió préstamos ilícitos a la Junta Militar de Birmania (Myanmar) a cambio de que el régimen birmano favoreciera los negocios de Shin Corp.

El magnate gobernó Tailandia desde 2001 hasta 2006, cuando fue derrocado mediante un golpe de Estado incruento por los militares, que establecieron una comisión para investigar todos los casos de malversación de fondos públicos atribuidos a su familia y entorno.

Shinawatra regresó al país el pasado febrero tras 18 meses de exilio en el Reino Unido, gracias a la victoria en las elecciones de diciembre del nuevo partido formado por sus aliados políticos.