La OTAN ha acordado completar sus preparativos militares para estar preparada para intervenir "de forma apropiada" en apoyo de la resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, ha declarado el secretario general de la Alianza Atlántica, Anders Fogh Rasmussen, tras una reunión urgente del Consejo Atlántico.

Los embajadores de los 28 países aliados, no obstante, han aplazado toda decisión sobre una intervención militar directa de la OTAN en la crisis libia, ante la oposición de Alemania y Turquía a la misma. Por ello, la Alianza Atlántica como tal no participará en las operaciones militares que prepraran Francia y el Reino Unido contra las fuerzas del régimen autoritario libio del coronel Muamar el Gadafi.

Rasmussen, que no ha logrado vencer la oposición alemana y turca, ha destacado que existe "una urgente necesidad" de una acción internacional en Libia, para expresar su apoyo a la previsible intervención militar franco-británica.

"Todos los países aliados respaldan las legitimas aspiraciones de la población libia en favor de la libertad, la democracia y los derechos humanos", ha destacado Rasmussen, tras subrayar que la nueva resolución de la ONU "envía un mensaje alto y claro de parte de toda la comunidad internacional al régimen de Gadafi: detenga inmediatamente su brutal y sistemática violencia contra el pueblo de Libia".