Los ministros de Defensa de la OTAN se comprometieron ayer a reforzar con más de 6.000 nuevos soldados la Fuerza Internacional de Estabilización en Afganistán (Isaf), en medio de la peor escalada de violencia tras el derrocamiento del régimen talibán en el 2001. Los ministros respaldaron el plan de comenzar a desplegar sus fuerzas en la violenta zona sur del país a finales de julio o a principios de agosto para intentar extender la autoridad gubernamental a ese territorio.

Esta fase transformará la misión de estabilización en Afganistán en una operación de combate. La fuerza de la OTAN pasará de 9.000 soldados a más de 15.000. El Gobierno afgano vaticinó que habrá "uno o dos meses de crisis", pero confió en que la situación mejorará después. Por otra parte, el ministro de Defensa, José Antonio Alonso, pactó ayer con su homólogo Donald Rumsfeld reunirse en EEUU en octubre o noviembre.