La OTAN acordó anoche en la primera jornada de la cumbre de Lisboa el desarrollo de un escudo antimisiles que proteja a la población y al territorio del conjunto de Europa, como "pieza central de su sistema de defensa colectiva". El desarrollo de esta capacidad defensiva quedó incorporado en el nuevo concepto estratégico de la Alianza Atlántica, que también fue adoptado anoche por los líderes de los 28 países aliados.

El futuro escudo antimisiles será una estructura mucho más ligera que el controvertido proyecto inicial de la Administración de George Bush y los dirigentes aliados propondrán hoy a Rusia que coopere con la OTAN en el desarrollo de la defensa frente a posibles ataques de misiles balísticos. La nueva doctrina estratégica de la OTAN expresa su determinación de "desplegar fuerzas militares robustas dónde y cuándo sea necesario" alrededor del mundo, más allá de sus fronteras territoriales, para proteger la seguridad de los países aliados más allá de sus fronteras.

ARMAS NUCLEARES Los líderes aliados reafirmaron que la Alianza Atlántica seguirá siendo una organización dotada de armamento nuclear mientras existan armas atómicas en el planeta. La política de disuasión aliada para prevenir un ataque contra su territorio se basará "en una apropiada combinación de capacidades nucleares y convencionales", con la garantía de protección suprema que representan las armas nucleares estratégicas de EEUU, Francia y Gran Bretaña.

"El mundo cambia, afrontamos nuevas amenazas y nuevos retos, y este concepto estratégico asegura que la OTAN sea tan efectiva como siempre en defender nuestra paz y prosperidad", declaró el secretario general de la Alianza Atlántica, Anders Fogh Rasmussen, tras concluir la primera sesión de la cumbre.

La nueva doctrina político-militar de la Alianza Atlántica se basa en "las lecciones aprendidas" en las guerras de los Balcanes y en Afganistán. Por un lado, destaca que "las crisis y conflictos más allá de las fronteras de la OTAN pueden plantear una amenaza directa a la seguridad del territorio aliado y de sus poblaciones". Y, por el otro, reconoce que no es suficiente un enfoque solo militar.

La cooperación con otros socios internacionales será otro de los pilares de la nueva doctrina de la OTAN, en especial la ONU y la Unión Europea (UE), pero también Rusia, los países mediterráneos, Ucrania, Georgia y otros países interesados en reforzar la seguridad internacional. El ingreso de nuevos miembros a la Alianza Atlántica sigue abierto, pero se condiciona a que "pueda contribuir a la seguridad y estabilidad común".

PRINCIPALES TAREAS El principal objetivo de la OTAN, precisa la nueva doctrina, será "proteger la libertad y la seguridad de todos sus miembros a través de medios políticos y militares". La función esencial seguirá siendo la defensa mutua colectiva de los miembros de la Alianza frente a cualquier ataque exterior, pero se refuerza su papel en la prevención, gestión y resolución de crisis y conflictos internacionales más allá de sus fronteras.

Los líderes de la OTAN reconocieron que la amenaza de un ataque militar convencional contra su territorio es "baja", mientras que han aumentado los riesgos que plantean la proliferación de armas de destrucción masiva, la expansión de grupos terroristas de carácter global, los grupos criminales dedicados al tráfico de armas y los ataques cibernéticos.

Para hacer frente a estos retos, se comprometieron a desarrollar sus fuerzas militares para ser capaces de sostener simultáneamente más de una gran operación militar fuera del territorio y varias pequeñas operaciones.