Después de que las fuerzas internacionales de pacificación de Afganistán (ISAF), dirigidas por la OTAN, hayan sufrido 102 bajas mortales durante el pasado junio, el nuevo comandante en jefe de la misión, el general norteamericano David Petraeus, ha anunciado hoy a los miembros de la Alianza Atlántica que revisará cómo se aplican las reglas de combate para asegurarse de que los soldados cuentan con toda la fuerza militar disposible de apoyo "cuando se encuentran en una situación difícil".

Esta revisión implicará el levantamiento, al menos parcial, de las actuales restricciones a los bombardeos aéreos, aunque la OTAN y Petraeus han reiterado que van a "hacer todo lo humanamente posible" para evitar la muerte de civiles afganos.

El pasado junio ha sido el más sangriento para las fuerzas internacionales en Afganistán desde el inicio de la guerra en el 2001, y este año también está siendo el más mortal para las tropas dirigidas por la OTAN, con ya 323 soldados muertos en solo seis meses. En el conjunto del 2009, el año más mortal hasta ahora, las fuerzas internacionales perdieron 521 soldados.

DESPROTECCIÓN

Los mandos responsabilizan a la restricción de los bombardeos aéreos y a las limitaciones al pleno uso de la capacidad militar del incremento de bajas aliadas. Esas restricciones fueron impuestas por el anterior comandante supremo, el destituido general Stanley McChrystal, para intentar reducir el elevadísimo número de civiles afganos que resultaban muertos en las operaciones y que estaba desencadenando una hostilidad creciente de la población hacia las fuerzas militares extranjeras.

Petraeus ha señalado que el proceso de dar un refuerzo aéreo y militar a las tropas sobre el terreno "se ha vuelto demasiado burocrático". "Tengo el imperativo moral como comandante de aportar toda la fuerza disponible a nuestras tropas cuando se encuentran en una situación difícil", ha argumentado.

El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, ha reconocido también que la protección de la población civil debe llevarse a la práctica de tal modo que ofrezca a los soldados aliados "la mejor seguridad posible". Rasmussen ha indicado que Petraeus dispone de suficiente experiencia para lograr simultáneamente reducir las bajas civiles y proteger a los soldados aliados.

MALESTAR EUROPEO

A pesar del malestar de algunos países por la decisión unilateral de EEUU de relevar de forma fulminante a McChrystal al frente de la misión de la OTAN en Afganistán por unos comentarios sobre algunos dirigentes políticos sin consultar a los demás aliados, Petraeus ha obtenido el respaldo únanime de los embajadores aliados. El propio Rasmussen había expresado el total respaldo de la OTAN a McChrystal precisamente la víspera de su destitución.