La OTAN aseguró hoy que está logrando avances en la defensa de la ciudad de Misrata, asediada por las fuerzas del régimen de Muamar el Gadafi, y reiteró que seguirá trabajando para proteger a los civiles libios mientras sea necesario. "Es cierto que Misrata está todavía bajo los bombardeos de fuerzas de Gadafi, pero también que por la acción de la Alianza en el área urbana de Misrata la ciudad no ha caído", señaló en una rueda de prensa el presidente del Comité Militar aliado, el almirante Giampaolo Di Paola. Según recordó, el puerto de la ciudad -considerado fundamental para la entrega de ayuda a la población- continúa abierto y los aviones de la OTAN siguen haciendo "ataques sistemáticos" sobre las fuerzas del régimen. Los combatientes pro Gadafi se han retirado en los últimos días a las afueras de la ciudad, pero según Di Paola siguen siendo difíciles de alcanzar al encontrarse en zonas pobladas. "Estamos logrando progresos, es un factor innegable, pero eso no quiere decir que no sea difícil neutralizar a las fuerzas de Gadafi, que siguen en un espacio urbano", indicó. Di Paola repasó la operación en Libia con los jefes de Estado Mayor de los países de la OTAN en una reunión celebrada en Bruselas, en la que según el almirante italiano se confirmó la "determinación" de los aliados para continuar con sus acciones en el país norteafricano mientras sea necesario. Según señaló, desde que hace alrededor de un mes la Alianza se hiciese cargo de las operaciones internacionales, se ha logrado una "degradación sistemática" de las capacidades militares de Gadafi, aunque "aún queda trabajo" por hacer. Di Paola no quiso cifrar el porcentaje de la fuerza del régimen que ha sido destruida, algo que la OTAN no ha vuelto a hacer desde que hace semanas señaló que ya había acabado con un 30 por ciento de las capacidades de Gadafi. Los jefes militares de la organización repasaron también hoy otros asuntos, como su misión en Afganistán, y confirmaron que ésta seguirá adelante sin modificaciones. Según Di Paola, la muerte de Osama Bin Laden ha supuesto un alivio, pero su desaparición no supone que "el terrorismo haya desaparecido" o que "no haya una insurgencia" y que esta vaya a tratar de recuperar terreno en el verano.