Los países de la OTAN se comprometieron ayer a redoblar sus esfuerzos contra el terrorismo. En una declaración conjunta, los ministros de Asuntos Exteriores de la Alianza Atlántica condenaron "categóricamente el terrorismo de cualquier motivación, forma o manifestación" y expresaron su solidaridad con España tras los atentados del 11-M. La OTAN prometió ayer su cooperación en un "combate global que incluirá la política, la diplomacia, la economía y, si fueran necesarios, los medios militares".

"En la lucha de la comunidad internacional contra el terrorismo, se puede y se debe hacer más", reza la declaración de la Alianza Atlántica. Con vistas a la cumbre de la OTAN que se celebrará en Estambul en junio, los ministros de Exteriores de los 26 países miembros aseguraron que mejorarán la coordinación de sus servicios de espionaje nacionales a través de la recientemente creada Unidad de Inteligencia contra la Amenaza Terrorista .

La OTAN, además, colaborará en garantizar la seguridad de eventos internacionales como los Juegos Olímpicos de Atenas de este verano, y la Eurocopa de fútbol de Portugal.

APLAUSO A LA AMPLIACION Los ministros de Asuntos Exteriores celebraron ayer la ampliación de la OTAN y dieron la bienvenida a sus siete nuevos aliados --Estonia, Letonia, Lituania, Eslovaquia, Eslovenia, Bulgaria y Rumanía--. El acto consistió en la interpretación de los himnos de los siete nuevos miembros y el izado de sus banderas junto a las del resto de los aliados.

Colin Powell, secretario de Estado norteamericano, reconoció que el papel que la OTAN podría jugar en Irak está todavía en estudio. Jaap de Hoop Scheffer, secretario general de la OTAN, aseguró que existe un amplio respaldo entre los países miembros para acudir a Irak como alianza. Pero condicionó la intervención de la OTAN a una nueva resolución de la ONU y una invitación del Gobierno iraquí.

Como gesto de buena vecindad hacia Moscú, la OTAN anuló ayer el vuelo de sus cazas F-16 sobre las tres exrepúblicas soviéticas del Báltico: Estonia, Letonia y Lituania. Rusia mostró su oposición a la entrada en la OTAN de Polonia, República Checa y Hungría en 1999, y la ha reiterado ante la nueva ampliación de la alianza occidental.

Una de las cuestiones que más rechazo ha provocado en Moscú es que los cazas de la OTAN patrullen en el Báltico ante la falta de aviones militares de estos tres nuevos aliados. Las autoridades rusas valoran la cuestión como una amenaza a su seguridad.