Las tropas internacionales, con el apoyo de las fuerzas afganas, han iniciado esta madrugada una operación militar con 15.000 efectivos en un bastión insurgente del sur de Afganistán, la mayor ofensiva desde la caída del régimen talibán en 2001.

En varios comunicados, la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF), bajo mando de la OTAN, ha informado de que en el asalto participan unos 5.000 efectivos estadounidenses -la mayoría marines- y un gran contingente del Ejército británico.

Unos 2.000 militares afganos y algunos soldados de Dinamarca, Estonia y Canadá también integran la bautizada como operación Moshtarak (Juntos en dari), dirigida a desalojar a los talibanes de Marjah, una de sus plazas fuertes en la extensa provincia sureña de Helmand.

Último santuario

"Marjah es el último santuario enemigo en la zona de operaciones de los marines", ha indicado en una nota el general de brigada estadounidense Larry Nicholson.

"La operación está diseñada para reconectar al pueblo de Marjah con el legítimo Gobierno de Afganistán. Estamos totalmente compenetrados con el Gobierno afgano para esta operación, tenemos los recursos que necesitamos para que sea exitosa", ha continuado.

El mando de la ISAF ha garantizado que la población civil será protegida pero que "los insurgentes que no acepten la oferta del Gobierno de reintegrarse y unirse al proceso político serán tratados con una fuerza aplastante".

Comicios presidenciales

Ya en verano del 2009, antes de la celebración de los comicios presidenciales, las tropas estadounidenses y británicas lanzaron sendas operaciones en el norte y el sur de Helmand con el objetivo de estrangular a la insurgencia talibán, aunque no informaron con regularidad de su resultado y sí de las numerosas bajas internacionales por explosiones de bombas camineras.

Marjah se halla en el centro de esta extensa provincia fronteriza con Pakistán y es un núcleo de cultivo de opio, la principal fuente de financiación de los integristas.

De norte a sur

Las fuerzas extranjeras y afganas buscan consolidar su presencia a lo largo del río Helmand, que cruza de norte a sur la provincia y alrededor del cual se aglomera la población y los campos de cultivo.

Esta es la primera gran operación militar extranjera desde que el presidente de EEUU, Barack Obama, ordenara el despliegue de 30.000 soldados adicionales y fijara julio de 2011 como fecha para el comienzo de la retirada.

La ofensiva marca además el inicio de la campaña militar de primavera, que se prevé particularmente violenta en vista de la necesidad de los Ejércitos extranjeros de lograr resultados antes de abandonar Afganistán.