El secretario general de la OTAN, el holandés Jaap de Hoop Scheffer, conminó ayer en Múnich a los aliados a prepararse para una posible operación militar destinada a apuntalar el proceso de paz en Oriente Próximo. El despliegue de tropas de la OTAN tendría lugar "para asegurar el cumplimiento de un acuerdo de paz entre israelís y palestinos", dijo De Hoop durante la Conferencia de Seguridad que se celebra en la capital de Baviera, con la participación de 250 expertos de seguridad, incluyendo a 40 ministros de Defensa.

La propuesta del dirigente holandés levantó alabanzas. El ministro alemán de Defensa, el socialdemócrata Peter Struck, afirmó que Alemania está dispuesta a sumarse a la misión, pero recalcó que, de llegar a concretarse, debido a su pasado, "Alemania no hará nada que pueda herir la sensibilidad del pueblo de Israel".

RETIRADA DE GAZA De Hoop y el representante de la UE para la Defensa y la Seguridad, Javier Solana, fueron los principales participantes en un panel dedicado a Oriente Próximo.

Solana vinculó todo el proceso de paz al éxito en el plan de retirada israelí de la banda de Gaza. "Gaza no es una franja en el mapa, sino una ciudad habitada por personas que aspiran y necesitan perspectivas de desarrollo económico", subrayó Solana.

El dirigente español aprovechó la ocasión para anunciar a bombo y platillo "un plan integral de asistencia civil a Irak de 200 millones de euros" 33.277 millones de pesetas.

También destacó Solana que los europeos desean asistir a los iraquís en la redacción de una nueva Constitución y en la promoción de la reconciliación nacional. "El peligro de fragmentación política en Irak persiste", dijo Solana, quien agregó: "Para prevenir eso, en los próximos meses se verá más a Europa ayudando a los iraquís".

La reunión de Múnich, a la que asistió también el secretario de Defensa de EEUU, Donald Rumsfeld, ha servido para mostrar al mundo que han sido superadas las diferencias sobre Irak entre Europa y EEUU.