La OTAN propuso ayer a Rusia establecer un sistema conjunto de defensa antimisiles e iniciar una nueva era de cooperación que deje atrás las tensiones y desconfianzas acumuladas en los últimos años a causa de la ampliación de la Alianza Atlántica hacia el este, del proyecto norteamericano de escudo antimisiles y del conflicto de Georgia con Rusia en agosto del 2008.

El nuevo secretario general de la OTAN, el danés Anders Fogh Rasmussen, tendió la mano a Rusia para emprender "un nuevo comienzo" y estrechar la cooperación mutua en su primer gran discurso político tras asumir su nuevo cargo en agosto.

La oferta de la OTAN se produjo al día siguiente de que EEUU anunciara el abandono de sus planes de instalar una batería de interceptores de misiles en Polonia y de un gran radar en la República Checa, en el marco del controvertido proyecto de escudo antimisiles en Europa oriental, visto por Rusia como una amenaza a su seguridad.

Rasmussen propuso a Moscú "explorar la posibilidad de vincular los sistemas de defensa antimisiles de EEUU, la OTAN y Rusia en el momento adecuado", como medida para proteger a sus países de un eventual ataque por parte de terceros. La oferta retoma una idea planteada por Washington en abril del 2008 para que Moscú abandonara su oposición al escudo antimisiles y que no prosperó.

FORTALECER LA CONFIANZA Para restablecer la confianza entre la OTAN y Rusia, Rasmussen propuso reforzar "de inmediato la cooperación en las áreas de interés común", como la lucha contra el terrorismo, la proliferación de armas de destrucción masiva y la piratería en el mar. Rasmussen ofreció al Kremlin discutir la nueva arquitectura de seguridad euroatlántica que promueve el presidente ruso, Dmitri Medvédev, revisar conjuntamente las amenazas globales a la seguridad, revitalizar el consejo OTAN-Rusia como foro de debate y consulta y escuchar la opinión de Rusia en la nueva estrategia de seguridad de la OTAN.

La OTAN pidió a cambió a Rusia una mayor presión sobre Irán para evitar que desarrolle armamento nuclear. EEUU quiere que Moscú renuncie a vender a Teherán su sistema de defensa antiaérea S-300, que podría proteger las instalaciones nucleares iranís. Rasmussen también pidió más cooperación a Rusia en la estabilización de Afganistán.

En Moscú, el primer ministro ruso, Vladimir Putin, aplaudió ayer la decisión de EEUU de reconsiderar el escudo antimisiles, pero dijo que se trata "solo" de "un primer paso" para mejorar las relaciones con Rusia. "La decisión de anular los planes de emplazar un tercer escalón de defensa antimisiles en Europa nos anima y tengo una gran esperanza en que, tras esta medida tan acertada y valiente, se produzcan otras", dijo Putin en un foro de inversiones en Sochi.