La OTAN ha decidido prorrogar otros 90 días su misión militar en Libia ante la persistente e inesperada resistencia de las fuerzas leales al depuesto régimen autoritario del coronel Muammar Gadafi. La decisión fue adoptada por los embajadores de los 28 países aliados durante su reunión semanal del Consejo Atlántico a petición de los responsables militares de la Alianza Atlántica.

La OTAN asumió el mando de la operación de ataques aéreos contra las fuerzas de Gadafi el pasado 31 de marzo con la previsión de que se trataría de una misión de corta duración. La Alianza Atlántica, sin embargo, ya se vio obligada a prorrogar por primera vez el 1 de junio por 90 días la operación y ahora se ha visto obligada a hacerlo de nuevo, a pesar de la caída de Trípoli en manos del Consejo Nacional de Transición libio.

Desde el inicio de la misión los aviones de la OTAN han realizado ya 8.751 salidas para bombardear objetivos militares en Libia. Los ataques se están concentrando en los últimos días la zona de Sirte, de Waddan y Bani Walid, según las informaciones militares aliadas. Sin la campaña de bombardeo sistemático por parte de la Alianza Atlántica de las fuerzas de Gadafi, la oposición nunca hubiera podido derribar el régimen.

El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, ha insistido en que la misión militar en Libia proseguirá "mientas existan amenazas para la población civil", pero ha subrayado que los ataques se suspenderán de inmediato una vez queden eliminadas definitivamente esas amenazas.