Otro día y otra despedida en el equipo del presidente de Estados Unidos, Barack Obama. Su asesor de Seguridad Nacional, James Jones, ha sido el último en abandonar un gabinete que, como les ocurrió a otros ocupantes de la Casa Blanca, Obama se ve forzado a remodelar en un momento clave, a punto de alcanzar el ecuador de su mandato y justo cuando las decisivas elecciones legislativas del próximo 2 de noviembre pueden alterar la composición del Congreso y, si confirman la esperada pérdida de la mayoría demócrata, alterar la agenda del presidente Obama y limitarla.

El dirigente estadounidense compareció ayer en el jardín de la Casa Blanca para hacer oficial el anuncio del adiós de Jones y el nombramiento en el cargo de quien hasta ahora era su número dos, Thomas Donilon. Y aunque esa despedida se rumoreaba desde hace tiempo, se ha visto acelerada por la incomodidad que han causado en la Casa Blanca unos comentarios, críticos con Donilon, que Jones hizo al periodista Bob Woodward y que han acabado en Las guerras de Obama, el libro del reportero del The Washington Post sobre las luchas intestinas acerca de las estrategias y políticas para los conflictos en Irak y Afganistán.

"En los últimos 20 meses, he dependido cada día del consejo y las advertencias de Jones", dijo Obama antes de presentar a Donilon con palabras sombrías. "Aún tenemos grandes desafíos ante nosotros. Seguimos siendo un país en guerra".

ALIADO DE EMANUEL Jones se suma a la lista de salidas del equipo que ha acompañado a Obama en sus primeros 21 meses en la presidencia. En esta lista estaban ya su principal asesor económico, Larry Summers; su jefe de presupuesto, Peter Orszag, y su influyente jefe de gabinete, Rahm Emanuel. Es, eso sí, el primero de los asesores en materia de seguridad nacional que abandona el barco.

Su sustituto empezó a formarse políticamente con Jimmy Carter, luego en la Administración de Bill Clinton y después trabajó para el actual vicepresidente, Joe Biden. Aunque no se le considera uno de los integrantes del círculo más íntimo de Obama, sí era un cercano aliado de Emanuel y ha estado trabajando estrechamente con Obama en materias de seguridad nacional y política exterior. Le asesoró, por ejemplo, en materia de relaciones internacionales, en los debates que sostuvo cuando era solo un candidato presidencial. Y estuvo a su lado, una vez que Obama ya ocupaba la presidencia de EEUU, como una de las voces alineadas con el presidente en la idea de que es necesario evitar que Afganistán se convierta en "una guerra sin fin" que impida dirigir la atención y los esfuerzos militares y diplomáticos a zonas como Irán o China.