El clima de inseguridad que reina en Afganistán se ha agravado en los últimos días con la muerte de al menos 45 personas en incidentes separados que tuvieron lugar en el norte y en el sureste del país. Todo ello sucede justo un día antes de la llegada a la capital afgana de una delegación de la ONU de alto nivel para evaluar la posibilidad de ampliar la misión de paz más allá de Kabul.

Los enfrentamientos armados en el sureste del país se iniciaron el viernes a mediodía en Gereshk, cuando un convoy de vehículos perteneciente a un exalto oficial militar, Haji Mohamed Idriss, rechazó detenerse en un control de la policía. En el norte, cinco soldados murieron en combates entre facciones del Gobierno afgano.

También fue secuestrado el jueves un ingeniero turco junto a su chófer, que fue liberado con una carta en la que se exigía la liberación de seis presos talibanes, informó ayer Efe.