Ocho personas murieron ayer en un nuevo atentado en la provincia de Xinjiang, en el extremo occidental de China, donde operan grupos independentistas de la comunidad musulmana uigur.

El ataque, precedido por una serie de explosiones, fue el segundo en menos de una semana y se produjo durante el tercer día de los Juegos Olímpicos de Pekín, 4.000 kilómetros al este.

El atentado, según confirma la agencia de noticias Xinhua, se produjo durante la madrugada del sábado al domingo en la localidad de Kuqa, de 400.000 habitantes y a 780 kilómetros de la capital provincial, Urumqi. En total, fallecieron siete de los asaltantes y un policía.