El desarrollo político de las próximas semanas en Polonia será decisivo para el futuro del país y sus vecinos europeos y rusos. El Estado ha quedado literalmente "descabezado" tras la muerte, el pasado sábado, de su presidente, Lech Kaczynski, pero también --o especialmente-- por el fallecimiento de todos los jefes del Ejército --desde su Jefe del Estado Mayor, Franciszek Gagor, hasta su último jefe de operaciones--, el gobernador del Banco Central, Slawomir Skrzypek, y varios pesos pesados de la política del país.

El primer ministro, Donald Tusk, y el presidente de la Cámara baja del Parlamento, Bronislaw Komorowski, que desde el sábado por la tarde es el presidente en funciones de Polonia, tienen por delante una ardua labor. En las próximas dos semanas se fijará la fecha de los comicios presidenciales que deberán de celebrarse antes de que pasen dos meses desde el anuncio oficial, lo que supone un plazo para su celebración hasta el 20 de junio como muy tarde.