Pakistán tiene la certeza casi total de que el jefe talibán Baitullah Mehsud está muerto, junto con una de sus esposas y sus guardaespaldas, como consecuencia de un misil lanzado el miércoles por EEUU en la región tribal de Waziristán. A pesar de que distintas fuentes paquistanís dan la noticia por veraz, EEUU insistió en que no tiene elementos suficientes para confirmarla oficialmente.

Fuentes diplomáticas en Islamabad coincidieron ayer en destacar la trascendencia que el fallecimiento del líder talibán tendría en la lucha contra la insurgencia paquistaní, aunque dudan de que tenga relevancia en el vecino país de Afganistán.

El ministro del Interior paquistaní, Rehman Malik, aseguró que su Gobierno tiene información sobre la muerte del jefe talibán pero carece de "pruebas" que permitan confirmarla.

Mehsud se autoproclamó líder de los talibanes de Pakistán, que aglutinan alrededor de 13 facciones en el noroeste del país, a finales del 2007, y sus miembros han llevado a cabo una ola de atentados suicidas en Pakistán y entre las fuerzas internacionales desplegadas en la frontera con Afganistán. El dirigente está acusado de estar detrás del atentado de la primera ministra de Pakistán, Benazir Bhutto, en diciembre del 2007, una acusación que él siempre ha negado. Agentes de inteligencia detectaron que varios líderes tribales tenían previsto reunirse ayer para decidir quién relevará a Mehsud.