Tras más de una semana de intensos combates, el Ejército de Pakistán anunció ayer haber expulsado a la guerrilla talibán de uno de sus principales bastiones, la ciudad de Mingora, la más importante del valle de Swat, en el noreste de Pakistán. "La batalla de Mingora ha acabado", declaró ayer el portavoz del Ejército paquistaní, el general Athar Abbas. La reconquista de este enclave es crucial en la guerra que se libra en el país, donde los talibanes habían logrado ganar terreno a las fuerzas gubernamentales hasta situarse a 130 kilómetros de Islamabad, la capital.

EEUU había mostrado su temor por el avance islamista por la amenaza que supone para la estabilidad de este país dotado de armas nucleares. Para la Casa Blanca, derrotar a los talibanes paquistanís es clave para acabar con los afganos y con Al Qaeda y otros grupos afines.