El primer ministro de Pakistán, Imran Khan, anunció ayer que como «gesto de paz» su país liberará hoy al piloto indio Abhi Nandan, capturado el pasado miércoles después de que su caza fuese derribado por las Fuerzas Aéreas paquistanís durante un combate aéreo con la India. Khan precisó que la medida no debe interpretarse como un gesto «de debilidad», aunque es un paso adelante para desactivar la crisis que desde hace tres días enfrenta a las dos potencias nucleares.

«El piloto indio está bajo nuestra custodia, le liberaremos el viernes como gesto de paz», anunció el dirigente paquistaní durante una sesión parlamentaria televisada en directo. Khan no reveló detalles de cómo se llevaría a cabo la entrega del piloto a las autoridades indias. «No deberíamos ni siquiera pensar en la guerra, sobre todo por las armas letales que tenemos los dos países», añadió el primer ministro en referencia al arsenal atómico que acumulan ambas naciones.

Khan reveló que el miércoles por la tarde trató sin éxito de hablar por teléfono con su homólogo indio, Narendra Modi, al considerar que una escalada de tensión no va en el «interés» de ninguna de la dos naciones vecinas. Nueva Delhi, por su lado, mantiene un tono menos conciliador. «El mundo nos está observando. Es necesario que no hagamos nada que permita que nuestro enemigo nos toque un solo dedo», dijo ayer el nacionalista Modi, que hace frente a la crisis a pocos meses de la celebración de unas elecciones generales.

El Ejército de la India saludó la liberación del piloto, aunque rebajó la importancia de la decisión de Islamabad. «Solo vemos esto como un gesto en consonancia con la convención de Ginebra», precisó un alto mando militar. «Quiero asegurar a la nación que estamos completamente preparados para responder a cualquier provocación de Pakistán», afirmó, por su lado, el general del Ejército indio Surendra Singh Bahal.

Tropas de ambos países intercambiaron fuego de mortero en el distrito de Punch, en Cachemira, según informaron fuentes de la India. El Gobierno de Islamabad, por su lado, señaló que cuatro civiles murieron y dos resultaron heridos por ataques «deliberados» perpetrados por la India en las últimas 48 horas.

La crisis estalló después de que el grupo yihadista Jaish-e-Mohammed (JeM) llevara a cabo el 14 de febrero un atentado a un convoy de las fuerzas de seguridad en la Cachemira india en el que murieron 42 policías, el más sangriento en tres décadas de conflicto. Horas después. aviones indios bombardearon un campamento del JeM en territorio paquistaní.