A George Bush le ha salido una intérprete de sus designios. La ministra española de Exteriores sostuvo ayer en Damasco que Estados Unidos "nunca ha amenazado" a Siria. Las advertencias lanzadas por varias autoridades norteamericanas, según Ana Palacio, "ni reflejan la posición del Gobierno de EEUU, ni ayudan" a la distensión. Así lo afirmó la ministra ante su colega sirio, Faruk al Shara.

Palacio visitó ayer Damasco con la instrucción de José María Aznar de conseguir para España un papel protagonista en la pacificación de Oriente Próximo. "Ninguna amenaza pende sobre Siria. Siria es un actor internacional responsable, constructivo y pragmático". Con esta rotundidad, Palacio parecía querer desintegrar la no menos rotunda admonición del secretario de Estado, Colin Powell, contra el régimen sirio.

VISITA DE POWELL

Powell acusó a Siria de cobijar a la cúpula del régimen iraquí y de tener armas de destrucción masiva. Todo el mundo vio en esas palabras los colmillos de EEUU brillando junto a la yugular de Damasco.

El titular de Exteriores sirio se refirió a la próxima visita de Powell a Damasco, aún sin fecha fija. "No vendrá a dictarnos qué debemos hacer, sino a escuchar nuestras inquietudes y a expresarnos las suyas", dijo Al Shara. "Siria no busca el choque con EEUU", agregó.

ENTREGA SORPRENDENTE

El relajamiento de la presión de EEUU sobre Siria coincide con el apresamiento de Jamal Mustafá Sultán al Tikriti, yerno de Sadam, que se había refugiado en Siria y el domingo regresó a Irak para entregarse. Preguntado sobre si Siria tuvo algo que ver en la entrega, Al Shara escurrió el bulto: "Las consultas sobre gente que cruza la frontera, diríjanlas a Inmigración, no a Exteriores".