La ministra de Asuntos Exteriores española, Ana Palacio, recorrió ayer las destruidas calles de Bam, la ciudad iraní devastada el pasado 26 de diciembre por un terremoto que costó la vida a más de 20.000 personas. Además de examinar las tareas de los equipos de desescombro, Palacio se reunió con los médicos y cooperantes españoles.

"Tenemos el firme compromiso de ayudar no sólo a paliar el sufrimiento de estos días sino también de ayudar a la reconstrucción", afirmó la ministra a su llegada al aeropuerto de Bam.

Acompañada por el embajador español en Irán, Leopoldo Stampa, y el jefe de Cooperación y Ayuda Humanitaria de la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI), Juan Bartolomé, Palacio conoció de primera mano la labor de los 30 cooperantes españoles que trabajan en los centros sanitarios de la zona. La ministra recorrió también las polvorientas avenidas de la ciudad, en los márgenes de las cuales se apiñan las tiendas de campaña en las que se refugian los damnificados.

PROMESA Palacio trepó a la muralla destruida de la antigua ciudadela --que databa de hacía 2.500 años y era patrimonio de la humanidad por la Unesco-- convertida hoy en una loma de tierra desde la que se contempla un panorama desolador. "Yo seré testigo vuestro ante mis colegas de la UE; todos debemos involucrarnos en el reto de la reconstrucción", dijo la ministra a un representante local.

Los sismólogos confirmaron ayer que se habían producido cuatro nuevos temblores en el suroeste de Irán. En las últimas cuatro semanas, se han registrado 34 movimientos sísmicos.