Mientras Israel se esforzaba ayer en enmendar su pésimo recibimiento al amigo estadounidense, la Autoridad Nacional Palestina aseguró que no retomará las negociaciones con el Estado judío --previstas bajo mediación de Washington durante cuatro meses-- hasta que no anule su plan de ampliar el asentamiento en Jerusalén Este con 1.600 nuevas viviendas. El departamento de Estado de EEUU, a través de un comunicado, aseguró no darse por enterado de la decisión palestina.

El vicepresidente de EEUU, Joe Biden, hizo ayer un esfuerzo titánico para salir de Israel mejor de lo que había entrado. El martes, primer día de su visita a Israel, fue recibido con este anuncio de ampliación del asentamiento, y él no dudó en cargar contra el Estado hebreo por lo inadecuado de una intervención que enturbia la confianza necesaria para retomar conversaciones indirectas.

"ERROR DE FONDO" Tras el contundente reproche de EEUU y la más que inverosímil disculpa del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu --que dijo no tener constancia de que la comisión ministerial tenía previsto el anuncio precisamente ese día--, la Autoridad Nacional Palestina canceló el diálogo antes de empezarlo. "Las conversaciones solamente tendrán lugar si Israel da marcha atrás en la decisión", aseguró el negociador palestino Saeb Erekat para, a renglón seguido, añadir: "El comunicado israelí es inaceptable porque habla de un error de calendario, pero no de un error de fondo". El negociador palestino puntualizó que la colonización no es cuestión de calendario, porque "las colonias son todas ilegales". "Todas las decisiones sobre las colonizaciones en Cisjordania y Jerusalén Este --finalizó-- deben ser anuladas".

Biden, que invirtió su último día en Israel en impartir una conferencia en la Universidad de Tel-Aviv, retomó la esencia de su discurso de llegada para instar a los israelís a no esperar más para encontrar una solución porque "el statu quo es insostenible". El vicepresidente estadounidense, que ayer también se reunió con el ministro israelí de Defensa, Ehud Barak, no mencionó, sin embargo, el anuncio de la Autoridad Palestina de anular el diálogo de paz indirecto. Con este escollo deberá lidiar George Mitchell, el enviado especial de Obama a la zona.